Cuando se desea triunfar en la vida no existen limitaciones físicas, ni económicas, lo suficientemente fuertes para renunciar a los sueños. Tal como hizo un joven brasileño de 17 años, quien superó todas las críticas y pobreza que le rodeaba, para mostrar su gran talento.
Su curiosidad por la programación comenzó en el 2014
Muchas personas acuden a universidades prestigiosas para convertirse en expertos programadores, eso está bien y es algo lógico, pero Cézar Pauxis desafió los límites de la verosimilitud al valerse de teléfonos viejos para aprender a programar.
Cézar se dispuso a aprender programación de forma autodidacta, a través de las que describe como “relaciones conflictivas” que tenía con los teléfonos. En algunos de ellos solo podía utilizar ciertas partes e, incluso, en una ocasión casi tuvo un accidente al experimentar con uno de los viejos dispositivos.
«Hubo un dispositivo que se calentó tan rápido que tuve que ponerlo en el congelador. En otros, solo pude usar parte de la pantalla», narró el joven.
Pero su vida estaba a punto de dar un gran giro, cuando recurrió a las redes sociales para pedir ayuda. Cézar quería comprar un teléfono porque el suyo se había roto.
Con ese simple acto, comenzó un gran movimiento en las redes sociales que lo llevó a ser visto por las más grandes empresas de programación de su país.
Amaba programar, pero nunca se atrevió a cobrar por su talento ni a pedir ayuda
“Mi nombre es Cézar Pauxis, tengo 17 años y estudio programación en mi teléfono desde 2017. La última vez que tuve un ordenador en casa fue cuando tenía 5 o 6 años (y fueron 2 semanas, tenía una defectuosa que me regaló mi hermana, cuyo HD y batería no funcionaban)”, escribió el joven en Twitter.
Cézar contó su historia abiertamente en Twitter, motivado por sus amigos, pese a que se sentía un poco temeroso de exponerse de esa manera. Fue este acto de valentía lo que le hizo resultar más interesante para las empresas.
Los internautas respondieron positivamente a la historia de Cézar
Una de esas empresas interesadas fue Picpay, la mayor compañía de pagos por Internet en Brasil. Sus dirigentes se impresionaron por la historia de Cézar, dado que es mucho más difícil programar en teléfonos que en ordenadores.
Por eso, desde este mes de marzo, Cézar ya forma parte de dicha gran empresa, siendo el más joven y, sin duda, el más talentoso en el equipo de programación. Trabaja desde la comodidad de un departamento que pudo rentar en la zona de Belém, dado que el resto de su familia se mudó a otra región.
La familia de Cézar también resultó beneficiada por el talento del joven, después de que la asociación Reasons To Believe creará una campaña de recaudación de fondos para poder construirles una casa digna en la cual poder vivir.
“Me gusta la idea de inspirar y motivar a otras personas para que no se rindan. Quiero que las personas sepan que no necesitamos mucho para alcanzar un sueño”, señaló el joven.
No cabe duda de que todas las metas se pueden alcanzar cuando realmente se está dispuesto a luchar por ellas. Aprende del ejemplo de este joven y tú tampoco renuncies a soñar.
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