Las medidas de confinamiento producto de la pandemia del coronavirus han afectado al sector de la economía informal, por la dificultad de poder generar ingresos diarios. Y una mujer en México, con sollozantes palabras, expresa claramente lo que ha tenido que vivir para llevar el sustento a casa.
Silvia Narcisa Ramírez Narra es una madre de familia con tres hijos que se dedica a vender flores en la Ciudad de México. Día a día sale a las calles para ofrecer su mercancía y poder alimentar a sus pequeños, pero los últimos días la situación se ha vuelto crítica, el gobierno ha prohibido este tipo de actividades para evitar los contagios.
Así como ella son muchas las personas que se han visto afectadas, y la mayoría dedica los pocos recursos económicos que tienen para comprar las cosas más necesarias como los alimentos y aquellos artículos de los cuales no puedan prescindir. En vista del escenario actual, las flores no son una prioridad.
La vendedora de flores aprovechó la oportunidad que le dio una usuaria, de nombre Valeria Fleming, para expresar su preocupación. Las palabras de la mujer eran desgarradoras, reflejaban su dolor e impotencia ante la grave situación económica que atraviesa.
“Buenas tardes señorita. Disculpe que las molestemos. Mire, nosotros andamos trabajando, yo vendo mis flores. Pero yo no sé qué quiere el gobierno.
Tengo mi lugar allá por el Monumento a la Revolución, pero ahorita como está todo esto de la epidemia, y todo esto de la pandemia, no hay gente, está todo cerrado. Pero ya estamos cansados. Yo tengo hijos que mantener, y tengo que pagar renta, tengo que pagar cosas”, dijo la indefensa trabajadora.
También contó los abusos y atropellos a los que fue sometida sin la menor consideración para despojarla de su mercancía, incluso fue detenida y llevada a un sitio de reclusión junto a otros comerciantes informales por no cumplir la cuarentena.