Hay personas que rebosan en generosidad tal como un magnate de la tecnología que ha hecho la donación más grande en la historia de la India.
Azim Premj, de 73 años, es reconocido por su fortuna alcanzada en el terreno de desarrollo de software y actualmente ha encabezado los titulares al donar más de 7.400 millones de dólares a la caridad.
Azim es presidente de la empresa Wipro y el segundo hombre más rico de la India, su fortuna asciende a más de 18.000 millones de dólares. Este magnate ha entregado de su capital a su fundación benéfica que está enfocada en la inversión al sector educativo.
Además, la Fundación trabaja en conjunto con más de 150 organizaciones que brindan educación a la población menos favorecida del continente. Gracias a sus cooperaciones con distintas instituciones ofrece ayuda para programas de grado y patrocinio para investigadores. Aunado a las colaboraciones, la Fundación estableció la Universidad Azim Premji con sede en Bengaluru.
La donación del magnate consta de un 67% en las acciones de su empresa y dinero en efectivo. Con este donativo, Azim se convierte en el hombre en dar la suma más alta de dinero para una causa benéfica.
Azim Premj con su esposa Yasmeen.
Además, el Sr. Premj se convierte en el primer indio en firmar el “compromiso de entrega”; una campaña iniciada por Warren Buffett con Bill y Melinda Gates y que busca alentar a los multimillonarios de todo el mundo para que compartan la mayor parte de su riqueza a la caridad.
«Los que son visiblemente ricos y los nuevos ricos en India claramente no son tan generosos como los ricos en, digamos, Estados Unidos”, comentó Anurag Behar, director de sustentabilidad en Wipro y director ejecutivo de la Fundación.
Azim comenzó a construir su fortuna desde la pequeña fábrica de aceite para cocina que fundó su padre, quien falleció cuando el joven tenía 21 años. Al morir su progenitor, el magnate debió tomar las riendas de su familia, regresó de una universidad de Estados Unidos y se mantuvo al frente del negocio familiar.
Azim amplió la producción de la compañía al incluir aceites hidráulicos y para 1977 renombró la compañía como Wipro. Aunque durante años supo cómo mantener a flote la empresa, no fue sino hasta la década de los 90 que empezó a incursionar en el terreno de los softwares e impulsó considerablemente su fortuna.
De este modo, Azim Premji pasó de vendedor de aceite al reconocido magnate que es ahora. Pero, como vemos, no sólo es reconocido por su fortuna sino por su generoso corazón. Azim apuesta al futuro y al crecimiento de su nación y ha decidido invertir la mayor parte de su dinero en una fundación que ayude a educar a los ciudadanos más desprotegidos.
Comparte esta nota y da a conocer el ejemplo de este hombre. Esperemos que este tipo de acciones se multipliquen y cada vez sean más aquellos que donan sus fortunas a grandes causas benéficas.