Prepárate para conocer el baño público más bonito e innovador del mundo

Ciertamente cuando hablamos de excentricidades es imposible no voltear la mirada hacia los Emiratos Unidos y la muy llamativa ciudad de Dubái. Pero en esta ocasión, el lujo y la excentricidad nos lleva a las costas del océano atlántico, específicamente a Noruega, donde la necesidad de ir al baño se ha convertido en todo un lujo.

Posiblemente esta sea una de las imágenes públicas más idílica del mundo, Ureddplassen el «inodoro con forma de ola».

Pero no es cualquier inodoro, es toda una joya de la arquitectura, diseñada perfectamente para armonizar con la espectacular vista y los bellos paisajes noruegos.

Goza de su propia terraza con vistas al mar y a las montañas bañadas de blanco por la espectacular nieve de la Muralla Lofoten.

El retrete ha sido catalogado por Nasjonale Turistveger, el consejo de turismo de la localidad como el lugar perfecto para un breve y agradable descanso. Su ubicación lo hace perfecto para una escapada de fin de semana o para esas vacaciones que tanto se han deseado, sin que estar en contacto con la naturaleza sea un problema.

El baño público más bonito del mundo fue construido por los arquitectos Marit Justine Haugen y Dan Zohar con sede en Oslo, el retrete se encuentra cerca de la ciudad de Gildeskal, en una carretera que forma parte de la ruta escénica de Helgelandskysten.

Su renovación costó casi dos millones de dólares el año pasado, incluida la instalación de nuevos accesorios de vidrio esmerilado y hormigón.

Seguramente que esperar para usar el retrete no representará un problema, por fuera hay bancos de bloques de mármol Rose noruego, la misma piedra utilizada para el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.

En su construcción no pudo haberse dejado nada para imaginación por lo que también hay una caminería hecha para disfrutar la vista al mar y percibir esa sensación de adentrarse hacia lo esplendoroso del océano.

Definitivamente Ureddpassen no es sólo un lugar para aliviarte. Muy cerca se encuentra también un monumento en homenaje a los 42 hombres que fallecieron en febrero de 1943 tras el hundimiento de un submarino real de la Armada Noruega cuando golpeó una mina colocada por un barco alemán.

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El monumento fue revelado por el rey Olav V en 1987, y se le restauró una base de mármol. Entonces, si alguna vez te encuentras en la costa occidental de Noruega y tienes una necesidad fisiológica que solventar puedes visitar este mágico cuarto de baño, aunque no seas de la realeza.

Indudablemente que el sólo hecho de visitar este baño ya de por sí es una aventura. ¡Compártelo con tus amigos!

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