La familia Scott en San Francisco recibió un duro golpe cuando supieron que Miles, su pequeño de tan solo un año de edad, había sido diagnosticado con cáncer. Desde entonces comenzaron días llenos de angustia para la familia pero decidieron hacer todo lo posible para ayudar a Miles a salvarse.
El niño padecía leucemia, un tipo de cáncer que afecta a la médula espinal y la sangre.
Miles pasó 5 años entrando y saliendo de hospitales y no pudo tener una infancia como la de la mayoría de los niños de su edad. Sin embargo, el dulce Miles soñaba con convertirse en nada menos que Batman y poder salvar a la ciudad Gótica de los terribles acechos de los delincuentes.
Fue entonces cuando la fundación Make-A-Wish decidió regalarle a Miles uno de los días más especiales de su vida.
Ese día los periódicos publicaron una edición especial titulada “Crónicas de Ciudad Gótica” en honor a Miles, las escenas conmovieron al mundo.
Esta fundación se dedica a conceder los deseos de niños cuya vida esté en alto riesgo. El alcalde de San Francisco, Ed Lee y muchos departamentos locales de policías y bomberos se unieron a Make-A-Wish para convertir San Francisco en ciudad Gótica por un día para poder darle la bienvenida al niño batman: “Batkid”.
Incluso el presidente Obama y los astronautas mandaron un mensaje muy especial de apoyo a Miles.
El resultado fue maravilloso y en noviembre de 2013 la gente de la ciudad salió a las calles para apoyar a BatKid en un día tan especial. Miles era en efecto un verdadero héroe, no sólo tenía tiempo para luchar contra su enfermedad sino también para luchar contra los villanos que acecharon durante ese día a la ciudad Gótica.
Se estima que más de 20.000 personas se presentaron para apoyar a Miles.
Batkid visitó varias estaciones de bomberos y policías y hasta llegó a capturar al Pingüino, uno de los más temidos enemigos de Batman. Pero además de todo, ese día tenía un significado muy especial para la familia Scott: se trataba del final del tratamiento del pequeño Miles.
“Significaba el cierre para nuestra de familia de más tres años de poner drogas tóxicas en el cuerpo de nuestro hijo”.
Y desde ese día la salud de Miles parece haber ido viento en popa. Han pasado cinco años y el pequeño Miles ahora está totalmente libre de cáncer y ha podido retomar la vida normal que todo niño de su edad merece.
“Juega, va a la escuela y ayuda a su familia en la granja. Ya tiene 10 años y cursa el quinto grado. Adora la ciencia y los robots”.