«Lo importante no es caer, sino levantarse»: Esta es la lección que nos da Bayley Matthews, que con tan solo 8 años y una parálisis cerebral hace un esfuerzo sobrehumano por culminar un triatlón en Inglaterra.
¿Cuántas veces nos ha pasado que ante alguna adversidad que nos presenta la vida, nos caemos y nos cuesta una enormidad levantarnos? A veces por miedo a caer de nuevo, otras por el dolor que nos paraliza y otras tan sólo por no valorar que estamos vivos y que tenemos todas nuestras capacidades para levantarnos y seguir adelante.
Bayley, ha luchado cada día para que su condición no logre ser impedimento para que realice actividades deportivas tan exigentes como un triatlón.
El pequeño se preparó mucho para desarrollar y terminar su primer triatlón, el del castillo Howard en Inglaterra. El mismo consta de 100 metros de natación en lago, 4 km en bicicleta y 1,300 km corriendo.
Como pueden ver, muchos adultos con su plenitud de facultades físicas y mentales no podrían completar esta exigente prueba, así que imaginen el tamaño del esfuerzo para un niño de 8 años y que a su vez tiene parálisis cerebral.
El esfuerzo fue titánico en las dos primeras pruebas, de natación y de bicicleta, pero lo más emocionante para los presentes, fue la caminata, donde Bayley con su andador fue recorriendo más de un kilómetro.
Pero cuando quedaban 20 metros para llegar a la meta, Bayley abandonó el andador, para comenzar ese último esfuerzo con la energía y el coraje que sólo unos pocos héroes han demostrado en la historia humana.
Al desprenderse del apoyo cayó al suelo, pero lejos de quedarse ahí, se levantó y continuó como algo natural, de una persona que sabe que cada adversidad que se presenta en la vida se enfrenta, se supera y hay que seguir adelante.
Entre los aplausos y las lágrimas de cientos de espectadores, Bayley volvía a caer y a levantarse hasta que, por fin, alcanzó la meta.
Todos los que vemos el vídeo y leemos esta historia comprendemos que la verdadera meta de Bayley está dentro de él y no es otra que demostrarse que puede y, de paso, demostrarnos que el coraje y el valor no es sólo cosas de adultos.
Sino que se resume a una actitud frente a la vida y a una gratitud diaria por las cosas que uno tiene y que, de vez en cuando, deberíamos valorar más.
Si te ha gustado esta historia, y te emocionaste con el vídeo de Bayley, compártelo con familiares y amigos ya que siempre es momento de ser más agradecidos y luchar por los sueños.