Dar a luz a un bebé sano es algo que nadie jamás debe dar por sentado. Durante el embarazo, existe una infinidad de factores de riesgo que pueden presentarse y afectar la salud de la madre o del pequeño. Así, en el caso de los embarazos de gemelos, el riesgo es aún mayor y, en ocasiones, uno de los bebés puede sufrir serias consecuencias por la malformación de su hermano.
Esto fue, precisamente, lo que ocurrió con Dominique, una bebé de Costa de Marfil, quien debió ser sometida a una operación para extraerle los restos de su hermano parásito que cargaba con ella en la espalda.
Gracias a una ONG de Ohio, Dominique pudo viajar de Costa de Marfil a Chicago, donde fue atendida por los especialistas.
Dominique nació con dos espinas dorsales y cuatro piernas. Los doctores del Advocate Children’s Hospital, en Chicago, explican que la mitad inferior del gemelo parásito sobresalía del cuerpo de Dominique, desde el cuello hasta la espalda.
La adorable Dominique se prepara para la cirugía.
«Un gemelo parásito es un gemelo idéntico que no logra separarse por completo en su desarrollo», explica el doctor John Ruge, un neurocirujano pediatra. «En otras palabras, no se trata de un gemelo independiente, sino de un gemelo que depende del cuerpo de su hermano».
En caso de no ser operada, el corazón y los pulmones de Dominique habrían tenido que seguir proveyéndole alimento a su gemelo parásito, que habría crecido a la par con ella.
El 8 de marzo, un equipo liderado por 5 cirujanos llevó a cabo la complicada operación que liberaría a Dominique de la carga de su gemelo parásito. Después de 6 largas horas en quirófano, se anunció que la operación había sido todo un éxito.
Ahora la pequeña de 10 meses emprende el camino hacia su completa recuperación.
El procedimiento le sentó tan bien a la pequeña Dominique que solo tuvo que pasar 5 días en el hospital. Actualmente se recupera en casa de la familia sustituta que la cuida con mucho amor y dedicación.
«Ella ha estado en casa con su madre sustituta y le está yendo muy, muy bien» asegura uno de los médicos.
Cuando esté lo suficientemente fuerte para viajar, Dominique volverá a casa con su familia.
La madre sustituta de Dominique, Nancy Swabb, se ha encargado de sus cuidados desde el momento en que la pequeña llegó a Estados Unidos para ser operada. «Dominique ha sido una gran alegría para nosotros. Hemos disfrutado muchísimo tenerla en nuestra familia», cuenta Nancy, quien se entristece con tan solo pensar que, en poco tiempo, debe despedirse de la bebé.
«Ha tocado nuestro corazón, ella es increíble», afirma con lágrimas en los ojos la madre sustituta de Dominique.
Nancy también se ha encargado de mantener informada a la familia de Dominique sobre la recuperación de la bebé. «Han podido ver que tiene dos dientes nuevos y que está aprendiendo a agitar los brazos y a hacer todo tipo de cosas».
La vida de Dominique cambió por completo gracias a la intervención y al amor de las personas que decidieron ayudarla, proporcionándole no solo cuidados médicos, sino también la atención de una familia que vela por ella, como si de su propia hija se tratara.
¡Qué alegría que todo haya salido bien para Dominique! Comparte esta buena noticia con tus amigos.