Un insólito caso de unbebé que fue declarado muerto en el hospital público de la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia,y después hallado vivo por sus padres, está siendo investigado por las autoridades.
Según los informes médicos, el neonato Dhilan Daren fue declarado muerto el pasado 8 de febrero a las 26 semanas de gestación, en la maternidad Percy Boland.
Pero no fue sino hasta que sus padres lo introdujeron en el ataúd para darle sepultura cuando se dieron cuenta que el pequeño respiraba y estaba con vida.
Tras las primeras indagaciones, la dirección del centro hospitalario aseguró que se trata de un caso raro conocido como síndrome de Lázaro, en el que los pacientes declarados muertos experimentan un retorno improvisado de la actividad cardiaca y vuelven a la vida.
Sin embargo, la justicia boliviana alega que hubo negligencia médica y se investiga el caso bajo el título de «lesiones graves y gravísimas».
Se ha iniciado una auditoría interna del caso y los primeros informes han revelado que se trataía de un caso de muerte fetal temporal porque el bebé nació sin signos vitales y después de dos horas volvió a la vida.
Así lo declaró el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Marcelo Ríos, tras acudir ayer a la maternidad para reunirse con los directivos:
Los padres, por su parte, llevaron al pequeño de emergencia al hospital apenas vieron que respiraba y se encuentra en cuidados intensivos, con un pronóstico reservado.
“El bebé nació sin signos vitales, es decir, muerto. Los neonatólogos son muy cuidadosos y declararon óbito fetal (muerte fetal); a la hora lo revisaron y seguía en óbito; a las dos horas volvieron a revisarlo y seguía en óbito; entonces, era un óbito», ha declarado el director de la maternidad, Federico Urquizu.
«Sucede que existen casos de óbitos fetales temporales con fetos inmaduros. Estímulos externos activan los centros respiratorios que hay en el sistema nervioso central y la persona vuelve a la vida”, dijo Urquizu, descartando que en este caso haya habido negligencia médica.
“Lo único que podemos decir a la población es que esto es un milagro”, enfatizó.
El subdirector de la maternidad, Fernando Saavedra, indicó que este caso es conocido como síndrome de Lázaro.
El padre del bebé, Richard Jurado, por su parte, mostró la certificación de óbito y exige que le extiendan el certificado de nacido vivo.
Ahora, tanto el médico que extendió el certificado, como el que atendió al bebé, deberán presentarse a rendir declaraciones. Y todo el equipo de profesionales que colaboraron también están siendo convocados como testigos.
Un caso que ha causado un intenso debate en las redes, mientras los padres agradecen poder toavía gozar de su pequeño cuando ya lo hacían en el más allá. Sin embargo, rezan para que pueda sobrevivir y no tener que lamentar una tragedia.
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