Las probabilidades de vida de los nacimientos de niños prematuros son muy bajas, sin embargo, existen bebés que logran sobrevivir y superar todos los pronósticos de los médicos.
Courtney Stensrud, es una madre de 35 años de San Antonio, Texas, que celebró el tercer cumpleaños de su hija prematura que nació en el 2014 cuando su embarazo estaba en la semana número 21… La vida de la pequeña hija de Courtney es un milagro.
Ella logró sobrevivir y dejar atrás los riesgos que estaban asociados a su condición de prematura. Era tan pequeña, que el anillo de bodas de su padre le entraba en su brazo, su peso tan sólo de 425 gramos.
Courtney fue hospitalizada cuando estaba embarazada de tres meses tras presentar una infección común que afectó la membrana placentaria. Los médicos le indicaron que debía dar a luz de inmediato para evitar perder al bebé. Era la única alternativa de vida para ambas, aunque con un riesgo muy alto.
Courtney, recordó que dentro de la sala de maternidad estaba temblando, aterrorizada por lo que podía pasar. Buscó apresuradamente en su teléfono información sobre otros bebés que habían nacido en la semana 21… ¡No encontró resultados!
Después de 3 años y contra todo pronóstico, esta pequeña sigue progresando satisfactoriamente. Asiste a la educación preescolar, no tiene problemas de salud y tiene excelentes resultados en las pruebas de desarrollo como cualquier otro niño de su edad.
Sin embargo, los doctores advierten que desafortunadamente no todos los casos de nacimientos prematuros tienen un feliz término.
Los médicos que la trajeron al mundo, después de 3 años han analizado el caso de esta pequeña, quien presenta un desarrollo y crecimiento normal. Cualquiera podría dudar que se trata de una pequeña prematura. Se encuentra en perfecto estado de salud.
El análisis de los médicos obedece a los recientes datos que revelaron un incremento de la tasa de nacimientos prematuros en los Estado Unidos por segundo año consecutivo, tras una década con una curva en descenso.
El doctor Kaashif Ahmad, neonatólogo de la pequeña, comentó que el gremio coincide que su historia debe manejarse con mucha cautela. No se puede generalizar este excelente resultado, ya que lo más seguro es que no se conozcan otros casos donde el bebé haya logrado sobrevivir estando en su misma condición.
Es un análisis para tomar las acciones en futuros nacimientos prematuros y no para herir susceptibilidades. El caso de esta pequeña puede usarse como ejemplo para nacimientos bajo esta condición y tener una referencia para evitar lamentables consecuencias.
Se considera que un parto es prematuro cuando ocurre antes de la semana 34 y es la principal causa de muerte infantil en los Estados Unidos. Está relacionado con algunas discapacidades permanentes tales como la parálisis cerebral y el asma.
Reportamos este caso porque ella respondió a la reanimación, pero es posible que este sea un caso extraordinario y que no podamos esperar lo mismo de otros bebés. Es necesario aprender más antes de sacar conclusiones «.
El informe explica que la hospitalización de Courtney, fue provocada por una infección común llamada corioamnionitis o infección intraamniótica, que afecta la membrana placentaria, es una inflamación de las membranas fetales frecuentemente causada por una infección bacteriana que proviene de la vagina.
Esta infección afecta el parto cuando este se prolonga, en el caso de esta bebé significaba un trabajo de parto prematuro. Cuando nació ella estaba de color azul. El doctor Kaashi admitió que nunca había resucitado a un bebé tan prematuro, reconoció que no tenía grandes expectativas de que sobreviviera.
Ella fue ubicada debajo de un dispositivo de calefacción, le colocaron un tubo para asistir su respiración y controlaron su frecuencia cardíaca. Afortunadamente, poco a poco su cuerpo fue tomando color y ella comenzó a respirar.
La madre de esta pequeña ha decidido no publicar fotos actuales de su hija para proteger la privacidad de su familia. Sin embargo, está deseosa de ayudar a otras madres que pasan por una situación similar a la de ella.
En la escuela esta pequeña está al día con sus compañeros, le encanta jugar y disfruta de las mismas aficiones de los otros niños de su edad. Ella ama a sus muñecas bebé, a los libros e imitar a su hermano mayor.
Es una historia llena de esperanza que puede apoyar a otras madres que se ven en la situación de dar a luz antes de tiempo. Comparte con tus amigos y familiares esta celebración a la vida.