Todos quieren cumplir el último deseo de un ser querido, más aún si hablamos de una madre. Por eso los hijos de Tina Watson no tuvieron ningún inconveniente en cumplir su petición: ser enterrada en un ataúd con forma de bolsa de Typhoo, la marca de té que más le gustaba.
La mujer de 73 años murió el mes de octubre a causa de una insuficiencia cardíaca y su hija Debs Donovan sabía muy bien cuál era su último deseo.
En vida, Tina se caracterizaba por tener un buen sentido del humor pero además era fanática empedernida de la marca de té británica con más de un siglo en el mercado.
“Tenía un sentido del humor perverso y bebía alrededor de 30 o 40 tazas de té al día, todos los días. Le encantaba tener una taza de té listo”, dijo Debs.
Pero el gusto por el té iba más allá de la vida y por eso en una conversación Tina le comentó a su hija sobre las cosas que quería en sus actos fúnebres y entre eso estaba un ataúd con forma de bolsa de té.
“Hablamos sobre su ataúd después del funeral de mi padrastro Peter hace cuatro años. Ella simplemente espetó: ‘Quiero ser enterrada en un ataúd que parezca una caja gigante de bolsitas de té’.
Me eché a reír y dije: ‘Está bien, pero tiene que ser Typhoo porque sólo dices un «¡ooh!» con Typhoo’. Mamá se rió a carcajadas y nos caímos de risa. Dijo que hablaba en serio del ataúd, así que eso fue todo”, recordó Debs.
El sepelio de Tina se llevó a cabo el 1 de noviembre en el Crematorio Gilroes en Leicester, Inglaterra. Su hija se puso en contacto con el dueño de la funeraria para cumplir la petición de la mujer.
“Fue una de nuestras solicitudes más inusuales, pero nos alegramos de poder hacerla realidad. Me puse en contacto con el señor que nos ayuda con los ataúdes personalizados y él creó el producto final”, dijo el director de la funeraria, Paul Pender.
Tina Watson le ganó la batalla al cáncer en dos oportunidades. Además, hace 14 años que perdió su pierna derecha a causa de una infección provocada por una picadura de insecto durante un viaje a España. Tiempo después, la infección avanzó y perdió su segunda pierna pero esto no afectó su espíritu alegre.
“Ella nunca dejó que nada la deprimiera. Ella siempre veía el lado divertido de las cosas, incluso cuando no había un lado divertido”, dijo su hija.
Debs está segura de que su madre se rió a carcajadas desde el cielo, cuando vio el ataúd tan colorido en el que le dieron santa sepultura. Además, la mujer confesó que llevara la imagen de su mamá en cada momento, especialmente al “encender la tetera y preparar una taza de té”.
El sepelio de Tina ha sido único y su hija está tranquila de haberla complacido. Comparte con tus amigos esta historia y las curiosas imágenes del momento.