Berritxu es un loro parlanchín que ha cautivado el corazón de miles de seguidores por su simpatía. Recita discursos repletos de gracia con un encantador acento vasco.
Es impresionante la habilidad que tiene para aprender y pronunciar un amplio repertorio de palabras, que en su mayoría son expresiones de la vida cotidiana de sus dueños. Su monólogo, «¡Uy, qué viento!» cuenta con miles de visitas.
Más de 20.000 personas siguen las aventuras de esta nueva estrella que deslumbra en las redes sociales. Hace año y medio su mejor amiga Josune Nosellas, compró su primer teléfono móvil y comenzó a grabar las parrafadas de su querido loro y decidió compartirlo en las redes sociales a través de su canal de YouTube.
Poco a poco ha ido grabando más vídeos de Berritxu y hasta tiene su propia página de Facebook, puedes visitarla aquí.
La estupenda historia de Berritxu y Josune comenzó hace cuatro años, ella recuerda: “Mi tía de Tolosa tenía un loro y me animó diciéndome que sería bueno que yo tuviera uno. Coincidió que una amiga del barrio tenía localizadas un par de crías en Sevilla y mi hermana me regaló una”.
Así llegó Berritxu a su vida cuando tenía cuatro meses de edad, lo recibió en su hogar en Loyola, donde reside desde entonces, con el visto bueno de su madre, María Dolores.
Josune, de 55 años, cree que Berritxu es tan charlatán porque le dedica muchos mimos y atenciones. “Es un loro feliz y bastante consentido. Vivo con mi madre, que es dependiente y paso mucho tiempo en casa, así que le digo cosas todo el rato”. Este loro le hace honor a su nombre que significa parlanchín en euskera.
Seis meses después ya pronunciaba «Josune», el nombre de su gran amiga. Como un miembro más de la familia, come con ella en la mesa y dice “¡Uy! ¡Ahora a comer! ¡Qué bien!”, en cuanto le ve sacar el mantel. Le da un pienso especial, le encanta el maíz cocido, las nueces y la granada.
Berritxu es un loro gris de cola roja, también conocido como Yaco. Se trata de un ave de la especie Psittacus erithacus caracterizada por su elevada inteligencia, capacidad de memorización y repetición de palabras.
Berritxu es prueba de ello: “En Nochebuena se sentó a la mesa y comenzó a saludar a cada miembro de la familia por sus nombres. Saluda a mi hermano cuando llega a casa, se sabe el nombre de todos mis sobrinos y cada vez que salgo me dice que me porte bien y que le dé un beso cariñoso”, cuenta Josune.
Tiene la peculiaridad de incorporar palabras respondiendo a los ruidos que escucha, es fácil oírle al son de las campanas de la iglesia con un divertido “tilín-talán” o preguntar ¿quién es…? cuando suena el timbre de casa, avisa a su dueña cuando hace “caca” y saluda a los obreros que trabajan en el edificio de enfrente.
Berritxu jugando con Leire, la sobrina de Josune
Aclara para las personas que han comentado que les duele ver a Berritxu en la jaula que la mayoría del tiempo anda suelto por toda la casa, si bien es cierto que lo ven en los vídeos en la jaula, permanece allí cuando está en la terraza, en los momentos de descanso o cuando no hay nadie con él.