Robin Williams, fue un actor de fama mundial que llegó a muchos corazones, es casi imposible olvidar personajes a los que les dio vida como Patch Adams, el Hombre Bicentenario o su papel dentro de Jumanji, por mencionar algunos.
Nos sacó muchas risas y también algunas lágrimas, por lo que su muerte ha sido dolorosa para muchos.
Pensar que ese hombre que veíamos tan jovial y cuyas actuaciones nos marcaron, se suicidara fue completamente inesperado.
Resulta que el querido Robin, como ya es de dominio público en la actualidad venía sufriendo de períodos depresivos en los que cada vez su vida se hacía más y más difícil de llevar.
Él fue encontrado muerto en 2014, cuando tenía la edad de 63 años, en ese entonces había sido diagnosticado equivocadamente con Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que puede afectar la elocuencia y los movimientos.
Robin había tenido problemas para caminar y su peor periodo fue mientras grababa “Una noche en el museo: Secretos de la tumba”.
Dave Itztoff, hizo una biografía de Robin que será publicada el 15 de mayo de este año, en la que revela algunas de las cosas que tuvo que vivir el aclamado actor durante sus últimos años de vida.
Uno de los datos más importantes los da su maquilladora Cheri Minns, quien asegura que él no dejaba de llorar, ya que no lograba recordar sus líneas, ni el guión. Cheri le sugirió que regresara a la comedia en vivo, pero la respuesta fue abrumadora. “No puedo Cheri, ya no sé cómo ser gracioso”, dijo.
“Después de cada grabación lloraba desconsoladamente en mis brazos, hablé con su familia porque no sabía cómo manejarlo”, contó Cheri.
Susan Williams, su esposa, también ha dado información muy relevante durante algunas entrevistas, ella explica que después de su muerte pudieron determinar que Robín realmente sufría de Lewy Body Dementia, una enfermedad cerebral que afecta el pensamiento la memoria y el control de movimiento.
Susan explicó que los días antes de su muerte, Robín presentó síntomas que incluían altos niveles de ansiedad, delirios y sus movimientos empeoraron.
“Sé que los médicos hicieron lo que debían hacer, intentaron ayudarlo pero la enfermedad fue más rápida que ellos” aclaró Susan.
Como dijo su maquilladora y amiga Cheri, solo imaginarse estar en su lugar se siente terrible, todo ocurre muy rápido, era más rápido que él, las alucinaciones, el terror todo llegaba mucho antes de que él pudiera hacer un chiste sobre eso.
Es lamentable que una persona que nos regaló tantos momentos y emociones a través de su trabajo en las pantallas terminara sus días con tanto sufrimiento.