Un bombero no solo apaga incendios. Este rescató a un cachorro y lo extrajo de un peligro que amenazaba su integridad y su vida. Se trata del valiente oficial activo de nombre Bill Lindler.
El bombero tomo la vida del cachorro entre sus brazos y nunca más lo soltó
Este ciudadano ejemplar y con un gran corazón dio la vuelta al mundo gracias a su extraordinaria y rápida acción.
Resulta que el desventurado cachorro había perdido a su madre y a sus hermanos durante un voraz incendio iniciado en un parque automotor privado.
Pero, lo más asombroso y loable del gesto de Bill, fue que el hombre no solamente se aseguró de poner a salvo al perrito sobreviviente.
Hizo muchísimo más por él: terminó considerándolo como un miembro más de su familia y decidió adoptarlo para siempre en su hogar.
El hecho se suscitó una tibia tarde del mes de abril, mientras Lindler se encontraba emprendiendo el camino de regreso a casa.
Aquel día había sido agotador. Mientras elbombero estaba cruzando la calle, notó que, dentro del garaje del vecino, las llamas lo devoraban todo a su paso.
De inmediato, Bill se contactó con sus colegas para que le ayudasen a poner a salvo la casa contigua a la suya, así como a sus residentes.
Por desgracia, dentro del garaje del vecino se encontraban presos una mamá de raza pitbull junto a sus diminutos cachorros.
Solo uno de ellos logró escapar de las llamas, gracias a que, en medio de su desesperación, se acurrucó detrás de un sofá.
Albergaba la esperanza de poder salvarse del devastador incendio que había estallado en la casa.
Una vez que el bombero se percató de la existencia del cachorro sobreviviente, con un movimiento rápido logró sacarlo de donde estaba.
A la espera de que llegara la ayuda veterinaria con el oxígeno, le practicó los primeros auxilios.
Fue un momento estresante para el bombero, ya que, parecía que el pobre animalito estaba a punto de exhalar su último suspiro.
Se encontraba muy adolorido, pero además chamuscado y quemado por el intenso calor.
“Cuando por fin pude tomar en brazos al cachorro, noté que casi no respiraba.
De modo que le practiqué RCP mientras llegaba la ambulancia con el tanque de oxígeno. Pensé que moriría”, dijo Bill.
Afortunadamente, los refuerzos llegaron a la escena del siniestro. El perrito fue trasladado de urgencias a una clínica veterinaria.
El centro de salud al cual acudieron se especializa en tratar a mascotas con quemaduras graves en sus cuerpos.
Finalmente, después de pasada una semana, Bill Lindler le hizo una visita personal al canino convaleciente. Cuando lo vio, una honda tristeza se apoderó del bombero voluntario.
Se enteró de que el dulce peludo había sido dejado a la intemperie por sus antiguos responsables humanos.
Lo bautizó con el nombre de Jakey, al ser dado de alta, lo llevó con él para que conociera su nuevo hogar y a quienes formarían parte de su nueva familia de ahora en adelante.
“Al conocer la historia de Jake, no dudé en adoptarlo y así poder brindarle un mejor futuro.
Alejarlo para siempre de todos sus malos recuerdos vividos”, dijo Bill.
Sin embargo, lo más hermoso de la historia de Bill y Jake, no solo fue la forma cómo el perrito se adaptó a su nuevo espacio feliz.
También fue reconocido como bombero honorario en el cuartel. Todos aman con locura a la mascota oficial del Departamento de Bomberos.
Actualmente, Jake tiene más de seis años de edad. Se trata de una mascota como pocas, quien ha demostrado una personalidad muy dulce.
Pero, además, una enorme capacidad de resiliencia.
Por fortuna, aún existen personas como Bill, bombero y ser humano como pocos. Un hombre tenaz, incluso en las situaciones más apremiantes.
Viva Jake, y honores al bombero Bill, quien le salvó la vida en todos los sentidos.