Aún estando en la peor condición de maltrato y abandono, los perros son seres agradecidos, saben reconocer a quien le tendió una mano cuando más lo necesitaba y no dejan de confiar en la bondad del humano, porque es lo que caracteriza a este fiel amigo del hombre.
Este cachorro de pitbull fue víctima de alguien que dejó abandonado, sin importarle que era un ser vivo con sentimientos. Estaba solo sufriendo de dolor, tristeza y soportando las duras inclemencias del tiempo, sin poder buscar un lugar donde resguardarse.
Fue visto por Mike Thawley, un bombero de la estación 14 en Sacramento, California, en Estados Unidos, que lo encontró atado temblando bajo la lluvia, y sin nadie que lo reclamara. Bien dicen que los bomberos nunca están fuera de servicio cuando se trata de ayudar a alguien que lo necesita.
Mike tomó al pequeño, de unos tres meses, no tenía casi pelo, sus patas estaban hinchadas y costrosas. Lo limpió y llevó al Refugio de Animales Front Street para que le prestaran la atención médica que tanto necesitaba. Se fue sabiendo que ahora estaba en buenas manos, sin embargo, no podía apartar a este adorable cachorro de su mente.
El personal del refugio empezó a darle tratamiento para curar su sarna, con mucho cuidado lo envolvieron para mantenerlo abrigado y proteger su piel.
La llamaron Chunkie, a pesar de estar recibiendo toda la atención habían notado que algo le pasaba, seguía triste.
El bombero Mike regresó para visitar al cachorro que rescató, cuando se reunieron fue absolutamente increíble, se dieron cuenta de todo.
Chunkie recobró la vitalidad al instante, no cabe duda que estaba agradecido por haber sido sacado de aquel lugar del que solo tiene malos recuerdos, además sabía quién se había ganado su corazón, lo recibió demostrándole el afecto que merecía meneando su cola y dándole muchos besos, queriendo agradecerle a este hombre por haberle salvado la vida.
Mike ya no pudo dejarla ir, habló con su familia para adoptar a Chunkie como nuevo miembro. La decisión fue unánime: aceptaron encantados.
Un inolvidable viernes por la mañana, después de haber recibido tratamiento para la sarna, Mike, con una bulliciosa Chunkie a cuestas, firmó los papeles de adopción en el refugio.
Mike, su esposa Carla y sus tres hijas le dieron la bienvenida al hogar que siempre soñó.
«Todos nos enamoramos de ella», dijo Mike.
Estos inseparables amigos tienen una vida por delante para compartir juntos, Chunkie es muy feliz.
Comparte esta preciosa historia de nuestros amigos los bomberos que ayudan a tantos animales en peligro y también los hacen parte de su familia. Y lo más importante: darle la felicidad que merecen nuestros amigos, los peludos.