Los abuelos siempre son el tesoro invaluable de la familia. Estas personas que dedicaron su vida para el cuidado y protección de todos se convierten en un gran pilar de unión y amor.
Por ese motivo un tierno joven de Ohio ha decidido dedicar su vida a hacer feliz a su abuelita Joy Ryan, de 89 años, y ha iniciado una aventura a su lado para que conozca los paisajes más hermosos de su país.
Su nombre es Brad Ryan un médico veterinario que recuerda con gran cariño toda su infancia, gracias a que contó con la presencia de la dulce Joy.
Abuela y nietos llevaron una vida humilde en Duncan Falls, Ohio.
Pero cuando Brad fue a la universidad descubrió que el mundo no se terminaba en su pequeño pueblo y se despertó en él su espíritu aventurero.
Su primer gran viaje en la universidad fue caminar por el sendero de los Apalaches.
Cuando Brad le contó a su abuela Joy sobre el recorrido y toda la experiencia, ella se sorprendió.
«Ella me dijo en ese momento que realmente lamentaba no haber hecho más ese tipo de cosas y tener otras experiencias en la vida», recordó Brad Ryan.
Aunque quería ayudar a su abuela a experimentar el mundo, el asunto no era tan sencillo pues la anciana estaba acostumbrada a una vida bastante rutinaria y el dinero escaseaba.
«Tenía 85 años, vivía en una pequeña casa, había enviudado hacía 20 años.
Dos de sus tres hijos murieron a los 40 años. Trabajó con un salario mínimo hasta que tenía poco más de 80 años para ganarse la vida. Entonces, definitivamente no había un excedente de dinero para que ella fuera y hiciera estas cosas«, dijo Brad Ryan.
Brad desistió de la idea durante un tiempo pero casi finalizando su carrera una tragedia lo golpeó e hizo pensar en lo corta que puede ser la vida.
Uno de sus amigos de universidad se quitó la vida y en ese momento Brad supo que quería empezar la aventura con su abuela.
El dúo hizo un viaje improvisado de tres días al Parque Nacional Great Smoky Mountains.
Ese primer viaje que realizaron en el 2015 los enganchó tanto que decidieron no parar de viajar y comenzaron a planificar nuevas aventuras.
«Durante ese viaje, comencé a darme cuenta de lo poco convencional que es para alguien de 30 años, un nieto, viajar con su abuela», dijo Brad.
A pesar de las inmensas ganas que tenían de continuar viajando por todo lo Parques Nacionales, ninguno tenía la posibilidad económica para permitirse ese tipo de “lujos”, así que el chico creó una campaña de GoFundMe que llamó «El viaje de la abuela Joy».
La historia realmente cautivó a las personas y con esa primera recaudación los ayudó a pagar su primera aventura en gran escala.
En 28 días, la pareja visitó 21 Parques Nacionales de Estados Unidos.
«Sabía que mientras viajábamos, nuestra historia estaba tocando los corazones de las personas, pero no sabía que había tanta gente que lamentaba no haber hecho más cosas con sus abuelos cuando estaban vivos«, expresó Brad.
Con casi 90 años de vida, Joy muestra tener la fuerza suficiente para continuar con la aventura.
Estos años ha logrado conocer y disfrutar de más paisajes de los que había visto en toda su vida. Juntos han recorrido más de 40.000 kilómetros, atravesando 38 estados.
Para este veterinario de vida silvestre en el Zoológico Nacional Smithsonian en Washington, DC, está ha sido la decisión más importante que ha tomado en su vida.
Brad a aprendido a mirar la vida de forma distinta, gracias al aprendizaje que ha tenido de su abuela estos últimos años. Una historia realmente tierna e inspiradora.
Cuántos no se arrepienten del tiempo perdido justo en el momento en que sus familiares parten de este mundo. Comparte esta nota y motiva a otros a atreverse a vivir este tiempo de aventuras con aquellos a los que aman.