Durante la menopausia el cuerpo de la mujer sufre diversos cambios hormonales que pueden repercutir de forma física o psicológica, los cambios de humor y la subida de la temperatura corporal son algunos síntomas comunes.
Ante este panorama, una mujer de Idaho, Meridian, no prestó mayor atención a la forma acelerada en que subía de peso, sino que atribuyó su aumento a un efecto de la menopausia. Sin embargo, lo kilos que ella pensaba había aumentado por la menopausia se debía a un tumor de 22,68 kilos.
Brenda Cridland, empezó a sufrir de algunas molestias a la hora de comer, las cuales luego se transformaron en fuertes dolores que le impedían alimentarse de manera normal. Ante estos síntomas, durante décadas Brenda le atribuyó las dolencias a su menopausia y al envejecimiento de su cuerpo.
La insistencia de sus amigos y familiares para que visitara a un especialista siempre eran ignoradas, hasta el momento en que la mujer se vio completamente imposibilitada por el dolor durante una celebración.
«Estaba en el cumpleaños de mi nieta y todos me miraban como, «eso no es sólo menopausia”. Mi estómago era como una roca. Tomaba un bocado de algo y me haría sentir náuseas y como si estuviera atrapada en mi pecho», dijo la Sra. Cridland.
A pesar de su renuencia, la mujer acudió al médico. En el lugar fue sometida a un escáner de TAC, el cual reveló la presencia de un tumor enorme. El médico estaba sorprendido de que la mujer hubiese podido sobrevivir durante tanto tiempo con el tumor, el cual había desplazado sus órganos.
Sus intestinos se habían desplazado a un lado y su estómago estaba contraído hacia su pecho. A Brenda Cridland le urgía ser intervenida para extirpar el tumor, pues además este le estaba cortando el suministro de sangre a su cerebro.
«Me mostró el tumor en la exploración por TAC y fue muy aterrador porque estaba cortando el suministro de sangre a mi cerebro. El médico dijo que probablemente otras dos semanas hubieran sido de vida o muerte», comentó la Sra. Cridland.
La intervención tuvo una duración de más de 2 horas y media. Los médicos tuvieron que hacer una incisión de 36 cm, para extirpar el tumor de 35 cm de largo y 22,68 kilos. En el momento de la operación, Brenda perdió casi 30 kilos. Según señalaron los especialistas, el tumor se habría formado a causa de una endometriosis. De allí que los síntomas se hicieran más evidente a raíz de su menopausia.
Así luce Brenda Cridland después de su operación.
Brenda se ha recuperado de la operación y está satisfecha de los resultados. Comer sin complicaciones y caminar sin dolor eran cosas que está disfrutando nuevamente.
Por esa razón, la mujer advierte a las mujeres lo oportuno que es visitar a un médico de forma regular, especialmente a un ginecólogo cuando se empieza a atravesar por la menopausia y no dar por sentado ninguna molestia o dolor.
La endometriosis es difícil de diagnosticar pues suele confundirse con otra enfermedad. Comparte esta nota y ayuda a alertar sobre la importancia de un chequeo oportuno.