Los bailes de graduación son en gran parte del mundo una tradición soñada para los estudiantes, suele ser el momento más esperado. Para Brodee Hampton, una madre adolescente de 17 años de Wollongong, era un sueño esta celebración.
Brodee, presuntamente la madre adolescente más joven de Australia con un hijo con Síndrome de Down, se graduó con 36 semanas de embarazo y decidió celebrar su fiesta de graduación en el hospital junto con su hijo, quien fue su especial acompañante.
Brodee descubrió que estaba embarazada un mes después de cumplir 17 años. Al principio ella estaba en negación.
Estaba muy consternada, lloré todas las noches durante las primeras dos semanas hasta que finalmente tuve mi primer ultrasonido. Siendo tan joven no podía creerlo, pero al verlo en la pantalla me hizo tan feliz”.
Al culminar su último año de estudio ella no quería ir a la fiesta de su graduación sin su pequeño hijo Elijah.
Brodee estaba tan comprometida con la crianza de su hijo que ni la separación con el padre de Elijah poco después de descubrir que estaba embarazada afectó su decisión.
Tras cumplir la semana 25 de embarazo los médicos le informaron que su bebé nacería con Síndrome de Down y le recomendaron que interrumpiera el embarazo, pero ella se negó. Estaba decidida a criar a su hijo y darle un hogar lleno de amor.
Esta madre narró que al principio le preguntaron si quería saber el procedimiento para interrumpir el embarazo, y aunque su respuesta fue no, igualmente le dieron la explicación.
Me quedé escuchando mientras miraba el suelo. Me sentí tan mal, me estaba pidiendo que pariera a mi hijo muerto. Realmente quería que matara a mi bebé».
Brodee comenzó a temblar incontrolablemente y rompió en llanto hasta casi vomitar. Esta decidida adolescente dio a luz a Elijah el 31 de octubre del año pasado cuando tenía 38 semanas.
Después de su nacimiento, fue sometido a una cirugía de «atresia duodenal», un bloqueo en el intestino, y pasaron 22 días adicionales en el hospital.
El 11 de noviembre, Brodee tenía la intención de reunirse con sus amigos y compañeros de su último año de escuela para la tradicional celebración.
Me negué a ir a la ceremonia porque no podía dejar a mi hijo solo en el hospital”.
Fue entonces cuando su madre en una emotiva demostración de apoyo organizó la celebración formal en la sala del hospital para que pudieran estar todos juntos.
Mi madre tuvo la idea de sorprenderme con Elijah vestido con un esmoquin y una rosa de chocolate».
Fue una grandiosa y especial celebración, Brodee posaba radiante para las fotos que capturaron la emoción del momento. El pequeño Elijah cautivó las miradas de ternura vestido con un adorable esmoquin.
Su esmoquin era un poco grande así que mi madre lo ajustó un poco».
Esta joven manifestó que tenía una mezcla de emociones que la hicieron muy feliz.
Añadió que antes de dar a luz tuvo que lidiar con los juicios de la sociedad, los médicos y con una maternidad sin el acompañamiento solidario del padre de su hijo.
Pero a pesar de todo ella se alegra de haber avanzado con el embarazo y con sus estudios.
Ha perdido muchas amistades, su vida cambio por completo, ya no sale de fiesta, ni se ausenta de su casa los fines de semana, sin embargo, está felizmente dedicada a la crianza de su hijo.
Brodee quiere dar un mensaje a la población, especialmente para la gente de su país sobre los prejuicios que rodean al Síndrome de Down. Es necesario dejar de lado las críticas sobre esta condición y darle más valor a la parte afectiva.
Ella estuvo muy feliz de celebrar este 21 de marzo, el día del Síndrome de Down, junto a su mejor regalo de graduación… ¡La vida de su hijo!
Quiero que todos sepan que no hay nada de malo en el Síndrome de Down, quienes lo padecen son como tú y yo. La sociedad los hace ver feos y no le dan calidad de vida, pero en realidad ellos aman la vida y todo lo que les rodea. Viven al máximo».
Es un mensaje que debe llegar no sólo al país de Brodee, sino todo el mundo, no dejes de compartir esta emotiva historia y hagamos de la vida una hermosa celebración.