Muchos accidentes domésticos ocurren al azar pero algunos son ocasionados de forma involuntaria por simple desconocimiento en cuanto a ciertos riesgos.
Esta realidad ha marcado la vida de una familia en Feltham, al oeste de Londres, después de que una mujer de 34 años falleciera a causa de la fatal combinación de productos de limpieza que utilizó para asear su baño.
La trabajadora de un autolavado, Leah Seymour, murió el 19 de julio frente a la vista atónita de su jefe Peter Seferi y ahora él ha decidido relatar el sucedo y advertir sobre los peligros de la lejía.
“La llamé y le dije que estaría en la casa en unos cinco minutos”, dijo Peter al relatar ese trágico día.
Leah tenía un futuro prometedor.
Leah estaba haciendo la limpieza de su hogar y había dejado la puerta de la casa abierta para que Peter pudiese ingresar, ella desmanchaba el baño en el momento en que él llegó. Celia, como se le conocía, salió de su casa para conversar con su jefe y en un instante se desplomó.
Comenzó a tener dificultades para respirar y pidió al señor Seferi que llamara a una ambulancia e inmediatamente se desmayó. El hombre aplicó reanimación cardiopulmonar, siguiendo las indicaciones de un operador de la línea de emergencias.
La ayuda llegó y Leah fue trasladada de urgencia al hospital, donde le diagnosticaron un severo ataque de asma. En el centro de salud, Celia fue puesta en coma inducido y murió cuatro días después del accidente.
La devastada madre Julie Felon viajó desde Essex pero no pudo ver más a su hija con vida. Celia no despertó y los bomberos le informaron que todo había sido ocasionado por los vapores tóxicos que generó la combinación de un blanqueador y dos limpiadores de inodoros.
Estos productos usados por todos pueden ser más peligrosos de lo que se cree.
A más de un mes de la terrible pérdida, la madre y demás conocidos de Leah no sólo se muestran incrédulos ante su partida sino que no asimilan la razón de su muerte.
«Todavía estoy en un estado de incredulidad. No puedo creer que se haya ido. Ella apenas estaba comenzando su vida y se la quitaron. El cielo ha ganado un ángel. ¿Qué más puedo decir?», dijo.
Por su parte, el señor Seferi que fue testigo del momento en que la mujer se desvaneció por la asfixia decidió rendirle tributo a quien fuese su empleada por más de 8 años. Este hombre cambió el nombre de su negocio a Celia’s Hand Car Wash, en homenaje a su fallecida trabajadora.
La muerte conmocionó a todos, en el lavado de autos decoraron un espacio conmemorativo en nombre Leah y algunos clientes van incluso a dejarle flores. Son muchas las personas que la recuerdan con cariño pero que además quedaron conmovidos con su inesperado final.
Las autoridades llevaban una investigación sobre esta muerte pero se suspendió a principio de agosto, después de determinar que efectivamente la lejía y demás productos de limpieza que Leah había mezclado fueron los causantes de su ataque de asma.
En este caso no existe ningún culpable pero sí mucho dolor, comparte la historia en tus redes y adviérteles a otros para que no experimenten con estos químicos potencialmente mortales.