Para Kevin Kimmel, un camionero estadounidense, había sido un día normal de trabajo. Sin embargo, cuando llegó a una parada de camiones, una casa rodante estacionada cerca despertó sus sospechas.
Luego, cuando vio a una joven mirando a través de una cortina, intuyó que algo andaba muy mal, y supo que tenía que actuar de inmediato.
Kevin ha trabajado en Conway Truckload durante más de media década después de un cambio de carrera
Cuando se puso al volante por primera vez, no sabía cuánto aprendería de su nuevo trabajo en las carreteras.
En enero de 2015, Kimmel había estado haciendo entregas durante la noche cuando se detuvo a descansar en el condado de New Kent, Virginia. Una vez allí, planeó dormir durante el día, pero algo llamó su atención.
Por un momento vislumbró lo que parecía ser una mujer joven a través de la ventana, protegida por una cortina oscura.
Era una casa rodante bastante vieja, cuando Kevin se dio cuenta de la presencia de la joven y la cortina corrida, claramente se dio cuenta de que no era un vehículo familiar cualquiera. Y que la chica definitivamente estaba en apuros.
Sin embargo, en un principio decidió sólo vigilarla mientras se tomaba una taza de café.
«Una casa rodante vieja, cortinas negras, en mi mundo, eso no es natural», dijo Kevin.
Su primera impresión fue que ella estaba angustiada y cuanto más la observaba, más intuía que estaba atravesando algún tipo de peligro.
Ciertamente, él pudo haber ignorado tal escena y seguir su camino. Pero algo muy fuerte en su interior le decía que no se equivocaba.
De pronto, sal subirse y vio cómo en segundos emprendía la marcha alejándose del lugar, pero unos metros más allá se detenía nuevamente.
A Kevin sólo le preocupaba la joven, así que vio como en un momento dado la apartaron bruscamente de la cortina, lo que encendió más aún las alarmas y decidido, llamó a la policía. Fue la llamada que le salvaría la vida a la joven.
Cuando los oficiales se hicieron presentes, él simplemente vio cómo entraron a la caravana y salieron con la joven escoltándola, que tenía una apariencia totalmente desaliñada. Después salió un hombre y una mujer esposados.
Después de dar sus declaraciones al FBI, Kevin descubrió que la pareja había retenido a la chica de 20 años dos semanas antes. Desde entonces, la habían sometido a sufrimientos injustificados, hasta que casi pierde la vida por no recibir comida. Además, habían vulnerado sus derechos y sus peores sospechas terminaron confirmándose.
Los responsables fueron identificados como Aldair Hodza y Laura Sorenson, quienes fueron sentenciados a prisión durante 40 y 42 años, respectivamente. En el juicio se conocieron otros detalles de todo lo que le hicieron a la joven en su encierro.
Las autoridades nunca hicieron pública la identidad de la chica, pero Kevin reveló que ella lo buscó después de su terrible experiencia.
«Ella me dio las gracias y me llamó su héroe o ángel guardián. Le dije que mi deseo para ella era que encontrara una manera de superar esta pesadilla y seguir viviendo una vida feliz y saludable», relata Kevin.
«Estoy feliz de haberla ayudado. Tengo hijas y no puedo ignorar este tipo de situaciones»
Está claro que la joven fue rescatada gracias a la intuición y el pensamiento rápido de Kevin. Ahora él se dedica a recorrer el mundo con su camión hablando sobre su experiencia e inspirando a otras personas a detectar posibles casos similares para salvar a otras personas del mismo destino.
Para tal fin se unió a una fundación llamada TAT, una organización de trabajadores de la industria de camiones que están comprometidos con la lucha contra la trata de personas.
«La regla de oro es que si ves algo sospechoso, cualquier cosa, siempre debes decir algo. Una llamada puede hacer la diferencia», concluye.
No te vayas sin compartir esta impactante historia con un gran final