Son muchas las mujeres que enfrentan una gran batalla para mantener la casa limpia, sobre todo, aquellas que viven rodeadas de miembros de su familia y constantemente deben decirles qué hacer para mantener todo en orden, en especial el baño, que suele ensuciarse con facilidad aún más si algunos no colaboran en mantenerlo limpio.
Jess es la única mujer de la casa, vive con su esposo y sus cuatro hijos.
Por supuesto, no generalizaremos, pero tampoco podemos negar que algunos hombres usan el baño y no tienen la mínima intención de limpiar el inodoro luego de usarlo.
Para ellos orinar es una cuestión de puntería, algunos lo hacen acertadamente mientras otros juegan, en cualquiera de los casos muchas veces les resulta inevitable que algunas gotitas de orina salpiquen fuera del inodoro.
A través de un reto buscó que su esposa lo comprendiera un poco más.
Sin embargo, son pocos los que se atreven a limpiar y dejar el baño en buen estado para el siguiente que desee usarlo.
Algo que resulta bastante agotador para muchas esposas, hermanas, para todas aquellas que comparten baño con algún caballero que ensucia y no limpia.
Fue bastante difícil aunque no dejó de divertirse.
Para Jess esta historia se repite a diario, todos los días le reclamaba a su esposo Jaimie Kramer sobre el inodoro sucio.
El hombre cansado de las constantes quejas de su esposa decidió hacer un experimento con la intención de mostrar lo difícil que es orinar para un hombre.
Jamie llevó a su esposa al patio donde había un balde y una manguera, Jess debía llenar todo el balde con la manguera entre sus piernas. Por supuesto, ninguna gota debía salir del balde sin importar la presión del agua.
Para Jess más que un experimento fue un completo desafió, ahora que sabe lo difícil que es para un hombre orinar parado comprende un poco más a su esposo. Al respecto Jaimie Kramer comentó:
“Siempre bromeo diciendo que ser hombre tiene problemas reales que damos por sentado. Ella estaba pasando por lo mismo que yo, todos los chicos de alguna forma somos incapaces para llegar hasta la última gota. Yo estaba como: ‘ustedes no saben lo difícil que es y lo que enfrentamos. No es como parar y secar simplemente’”.
Jess en cierta forma ha dejado de quejarse con su esposo, ambos han buscado una solución donde Jess no tiene que limpiar más de lo necesario. Después de todo, si alguien ensucia demás de un inodoro nada cuesta tomar un poco de papel y limpiarlo.
Comparte esta historia en tus redes y déjanos saber su opinión sobre esta manera particular de buscar comprensión.