Estas innovadoras cápsulas aparecieron en la ciudad como una alternativa extraordinaria para proteger a las personas más vulnerables que sobreviven en la calle.
La pandemia por coronavirus, no solamente ha causado muchas pérdidas, separado familias y destruido relaciones, generado desempleo, hambre y miseria en la población del orbe. También son muchas las personas desprovistas de un hogar que deben sufrir los embates del crudo invierno, en las calles de Europa.
En este sentido, las autoridades de la ciudad medieval de Ulm, en Alemania, han dado luz verde a la construcción masiva de cápsulas para que los más desposeídos pernocten en un lugar seguro y se protejan durante los meses cuando las temperaturas descienden al mínimo.
Según los informes, se trata de unos innovadores cubículos de forma hexagonal, que están apareciendo por todas las calles de Ulm en lugares clave, a los que van las personas sin hogar.
Y es que, debido a las temperaturas a punto de congelación locales, se cree que estas cápsulas podrían garantizar la vida de muchos quienes duermen en las calles.
Los materiales que su utilizaron para su construcción son el acero y la madera. Resistentes al agua, están dotadas de calefacción interna a través de paneles solares.
Recientemente, fueron remodeladas y provistas, además, de los servicios básicos de telecomunicaciones, exceptuando las cámaras de vídeo.
“A pesar de tener conexión Web, no hay cámaras dentro del espacio para dormir”, dijo un funcionario público.
Poseen una conexión Web independiente, lo que significa que cuando la red está ocupada, se envía un alerta de manera automática a una organización benéfica, que luego se pone en contacto con la persona que ocupó el módulo y le pregunta si necesita ayuda.
Este mecanismo garantiza que además de que las personas tengan un lugar seguro para refugiarse durante la noche y protegerse de los riesgos e inclementes temperaturas, puedan sentirse a salvo ante cualquier situación de peligro.
Presentadas por primera vez hace dos años, las cápsulas apodadas Ulmer Nest (Nido de Ulm, en español), ahora poseen un mejor sistema de aislamiento y están elaboradas con materiales más sólidos y duraderos.
Las autoridades describieron las mejoras como necesarias, ya que las temperaturas extremadamente frías del país continúan su curso.
Las mismas son lo suficientemente amplias como para alojar a dos personas, y son también a prueba de viento.
Gracias a su extraordinario diseño futurista, hacen circular aire fresco, concediendo ventilación constantemente.
El pasado 08 de enero de este año se estrenaron los primeros nidos, pero estiman que puedan instalar cada vez más. El resultado ha sido muy favorable.
“Hoy [08 de enero] se reposicionaron los dos nidos de Ulm. Desafortunadamente, hubo algunos retrasos por la pandemia, pero, lo logramos justo a tiempo para las noches realmente frías”, añadió el portavoz.
Las autoridades de la ciudad de Ulm han dicho que esperan proporcionar una medida complementaria con respecto a la protección contra la congelación existente en la ciudad a largo plazo.
También destacaron que, además de los paneles solares y los servicios de comunicación, se actualizó el aislamiento térmico de la cápsula, así como su bloqueo y los mecanismos correspondientes, para así ahorrar más energía.
Estás cápsulas son una espectacular idea para ayudar y proteger a su población más vulnerable.
Es una gran noticia para los alemanes, ya que, tan solo en 2017, el país contaba con, al menos, unas 650 mil personas en situación de calle.
Gracias a este proyecto muchas personas que lamentablemente sobreviven sin la protección de un hogar podrán mejorar su calidad de vida y estar más seguros. Es una solución sostenible y solidaria para resolver una problemática que afecta a muchos países del mundo.
Esperamos que otros puedan replicar esta innovadora iniciativa que protege a las personas más vulnerables que tanto necesitan una mano amiga mientras luchan por sobrevivir en la calle.