La calle en plena noche de toque de queda por motivo de la cuarentena, estaba absolutamente vacía. Algunos postes alumbraban la vía solitaria, pero Claudia Alejandra Mora Abanto, de Guadalupe, en la provincia peruana de Pacasmayo, no pudo pasar de largo ante una surrealista escena que la dejó desconcertada.
Los hechos sucedieron en la calle Junín, en la región La Libertad.
La crítica situación por el coronavirus que aqueja a millones en el mundo, y también ha golpeado duramente a Perú, no ha pasada desapercibida para el pequeño Alen Castañeda Zelada, de sólo 6 años. A su escasa edad, tantas muertes, tanta desolación, angustia su inocente corazón, y ante la impotencia, sólo encontró una salida: rezar.
Claudia es fotógrafa profesional y se encontró con el pequeño Alen, en plena calle, con los ojitos cerrados, sus manitas suplicantes, de rodillas…
La joven no comprendía ciertamente lo que sucedía, hasta que se acercó y al escuchar sus súplicas, no pudo dejar de conmoverse.
No era la primera vez que sucedía, Alen es un niño creyente, que durante todas las noches pide con una fe inquebrantable a Dios, que acabe de una vez con la pandemia que está matando a tanta gente. ¿Su desesperada razón? Abrazar a sus abuelitos, es lo único que desea con todas sus fuerzas.
Claudia decidió publicar la imagen en sus redes, con el permiso de los padres de Alen, tras enterarse de la emotiva e inspiradora historia que había detrás, desde entonces ha dado la vuelta al mundo.