En Colombia, más específicamente en Barranquilla, una ciudad conocida a nivel nacional por su amplia oferta de comida y bebida rápida ambulante, es cada vez más común ver pequeños puestos donde se despachan estos productos para saciar momentáneamente el hambre y la sed.
Sin embargo,muchos de estos comerciantes incumplen con las normas de higiene que garanticen al comensal las condiciones de salubridad idóneas para su bienestar y su salud.
Al vendedor lo grabaron in fraganti mientras rellenaba las botellas de refresco
La responsabilidad en cuanto a la implementación de políticas orientadas a regular la actividad de los vendedores ambulantes de comida, recae principalmente en las autoridades sanitarias, quienes deben dar a conocer la legislación vigente en materia de manipulación de alimentos, y establecer las posibles sanciones para hacerla cumplir.
Sin embargo, un indignante vídeo tomado en las calles del centro histórico del barrio de Viejo Prado, un lugar enquistado en el imaginario barranquillero, da cuenta de una escena grotesca, en la que se ve a un vendedor de bebidas gaseosas, rellenando botellas vacías recolectadas de la basura con lo que aparentemente era refresco, para luego revenderlas.
Esto es un fenómeno que en algunas sociedades se ha convertido en problema de salud pública, debido a las nulas medidas sanitarias que algunos “microempresarios” toman en cuenta para sus negocios.
En las imágenes, la persona que grabó el vídeo se acerca al vendedor para recriminarle que no tenga un mínimo de higiene y cuestiona la legalidad de vaciar el contenido de una botella tamaño familiar en unas de menor tamaño.