Cara Wykowski es la protagonista de nuestra historia, una mujer que ha sentido que muchas veces le ha tocado caminar sobre vidrios rotos. Y es que a quién no le ha tocado pasar por días difíciles donde la noche es tan fría que no ves la hora en que amanezca. Cara confiesa que nadie puede imaginar las emociones por las que ha pasado ni mucho menos comprender lo que ha presenciado en los últimos 10 años.
Decidió abrir su corazón y contar una historia donde la adicción se apoderó de su vida.
Muchas veces hemos escuchado que las adicciones a sustancias ilícitas son malas y combatirlas es aún más fuerte. Hay personas que piensan que los adictos pertenecen solo a gente con un estatus social bajo. Pero para Wykowski eso es solo un rumor para restarle responsabilidades aquellos que tienen mejor estabilidad.
Nunca pensó que a pesar de tener una buena posición sería una adicta y mucho menos que sus nacieran igual.
Su primer hijo nació en una lluviosa tarde de diciembre, dos años después nace su segundo bebé, desde pequeños demostraron rasgos de liderazgo. Dos hermosos niños saludables, en un hogar con todas las comodidades.
El tiempo pasó rápido, del jardín de infancia pasaron a escuelas privadas y terapeutas, en un cerrar de ojos a la sala de menores, la cárcel del condado y la prisión estatal.
Muchas personas consideran la adicción como un tema tabú.
Mientras algunos padres celebraban la graduación y los éxitos de sus hijos Cara solo pensaba en los de ella, pedía a Dios que estuvieran bien o al menos vivos. Desafortunadamente, Cara siente que perdió a sus hijos por las adicciones. Insiste en que no los dejen sufrir solos, si conoces a alguien que se ve afectado por la adicción pregúntele cómo está.
1 de cada 7 estadounidenses mayores de 12 años sufre adicción.
Wykowski insiste en que tengamos en cuenta que la adicción es una enfermedad crónica, definida como un trastorno por uso de sustancia cada día son más las personas que caen en la garras de este monstruo imparable. Muchas personas evitan preguntarle por sus hijos porque creen evitarle dolor.
Cara señala que sino preguntan es porque no les importa.
Ella solo quiere dejar los estigmas de lado y pide ayuda, no solo para ella sino para las miles de familias que están en su situación. Comenta que la mejor manera de empezar es con una pregunta, un saludo, atacar el problema juntos.
No abandonemos a quienes nos necesitan y comparte esta nota para que las personas que están en esta situación sientan nuestro apoyo.