Según las teorías psicológicas del desarrollo, desde los cero hasta los cinco años se establecen las bases para la salud mental y la estabilidad emocional del adolescente y el adulto.
El cerebro de un niño de dos años no está lo suficientemente desarrollado como para regular sus emociones, ni siquiera ha aprendido a reconocerlas para encontrar la manera adecuada de regularlas.
Por eso es tan importante que el adulto valide las emociones que expresan los pequeños nombrándolas para que sepan identificarlas, y que les enseñen desde su ejemplo a mantener el control sin reprimir lo que sienten, sobre todo evitando que se sientan ignorados.
La indiferencia afecta la autoestima de un niño que es completamente dependiente de los cuidados del adulto, necesita acompañamiento y apoyo en medio de su tristeza, rabia, frustración, alegría. Si no lo recibe no tendrá la confianza para expresar lo que siente y aprenderá desde el miedo a regularse.
Recientemente se hizo viral el vídeo de un padre que decidió cargar “como una bolsa más” a su hija de dos años quien durante un berrinche se negaba a ponerse de pie en la calle para entrar a su casa.
Las escenas fueron grabadas por la madre de Juliette de dos años, la mujer de Quebec, Canadá, publicó el vídeo donde se aprecia a su hija acostada en la calle al regresar de la escuela rehusándose a caminar para entrar a su casa.
La menor viajaba con su padre en el auto, pero estaba tan cansada que para que nada pudiera interrumpir su sueño se bajó del auto y se acostó en el suelo mientras su papá sacaba del auto las bolsas de la compra.
Ante la situación, Juliette no recibió un llamado de atención de su padre, en cuanto él terminó de bajar las bolsas mantuvo una mano desocupada para cargar a su hija como si ella fuera una bolsa más, como si fuera parte de las compras del supermercado.
Así la trasladó hasta su casa mientras la madre se reía sin parar con la escena.
“Con frecuencia hace cosas como esta, y así es como la amamos”, dijo la madre de Juliette en la publicación del vídeo que rápidamente se hizo viral en las redes. Muchos padres se sintieron identificados con los berrinches de sus hijos y sus ganas de evitar enfrentarlos o discutir.
“Estaba regresando del trabajo y ella del jardín de infantes, es una niña a la que le encanta reír y hacer a otros reír. Lo que es aún más gracioso es que mide más de 90 centímetros y pesa 16,7 kilos y su chaqueta no se rompió cuando su padre la llevó a casa sujetándola”, dijo la madre.
El vídeo ha causado revuelo en las redes, no te vayas sin compartirlo.