La pequeña Brooke, de 9 años, acudió un día a un local de Sheetz, una cadena de cafeterías y bollería de paso. Pero cuando se encontraba en la fila se dio cuenta que no tenía suficiente dinero para comprar las donas que tanto quería.
Brooke vive en el estado de Pensilvania, Estados Unidos.
Pero de repente, se giró y pudo ver a un amable oficial de policía, el sargento Chad Savannah.«Estaba en la fila y no tenía suficiente dinero y estaba en shock. ¡No sabía qué hacer!», dijo Brooke.
Pero el buen hombre se compadeció de la niña y le pidió al cajero que agregara a su cuenta las donas de Brooke.
La pequeña no podía creer que el oficial haya sido tan bueno con ella y salió corriendo de la felicidad con su golosina.
Pero sólo cuando llegó a casa pudo reflexionar sobre el gran gesto del oficial con ella, y a su corta edad y sin que nadie se lo dijera, decidió que debía notificar al Departamento de Policía local para que reconocieran al sargento su acto del día.
Brooke escribió la más emotiva carta de agradecimiento y adjuntó un billete de 10 dólares para pagar su donas.
«Me llamo Brooke y tengo nueve años. Yo estaba en Sheetz y no tenía suficiente dinero. Un policía agradable detrás de mí pagó amablemente mi artículo. Le agradecí pero me sentí mal porque no le ofrecí el dinero que tenía. Entonces, estoy donando este dinero. Quiero agradecer a este oficial de nuevo. Cúidense. Brooke», dice la carta de la pequeña.
Como era de esperarse, todos los oficiales se conmovieron con la carta. No podían quedarse de brazos cruzados con el gesto de un niño que los sorprendió por completo.
Entonces decidieron que Brooke merecía una recompensa y reunieron algo de dinero para comprarle una tarjeta de regalo por 50 dólares para la tienda de juguetes Toys R Us. Felices, pensaron que la niña recibiría con gusto el dinero para comprarse lo que quisiera.
Pero la pequeña lo hizo de nuevo, y les volvió a sorprender aún más…
Brooke compró 50 dólares en juguetes, sí, pero no eran para ella. Lo donó todo a Toys for Tots, un programa administrado por la Reserva de la Infantería de Marina de los Estados Unidos que distribuye juguetes a los niños cuyos padres no pueden comprarles regalos para Navidad.
Los oficiales no podían más con la ternura y el corazón de oro de Brooke, así que nuevamente pensaron que se merecía un premio mayor aún.
Brooke fue invitada a la estación de policía, donde se le dio un recorrido completo. La pequeña dijo que su parte favorita del día fue «subirse al coche patrulla», el sueño de todo niño.
La niña recibió el más sentido homenaje junto a su familia, estaba totalmente agradecida y conmovida. ¡Y no pudo contener las lágrimas!
La madre de Brooke, Beth Shaffer Yost, asegura que su hija actuó completamente por su cuenta, y que se sentía muy orgullosa de su gran corazón.
«Estamos tratando de enseñar a nuestros hijos a hacer las cosas bien. Que aprendan a darse cuenta de lo que tienen que hacer en cada momento», dijo la madre a los medios.
La pequeña, por su parte, les escribió un agradecimiento final a sus ahora, ya amigos:
«Gracias por todo, se lo agradezco. Me alegro de tenerlos, chicos, si los necesito. Son los mejores. Brooke».
Una historia digna de ser compartida. Si te has conmovido tanto como nosotros, no te vayas sin difundirla en tus redes sociales.