Ninguna madre quisiera enfrentarse a la devastadora experiencia de perder al hijo por el que lo ha dado todo en la vida. No obstante, el destino es incierto y las fatalidades aparecen cuando se encuentra de por medio una terrible enfermedad que parece imposible de vencer.
Esta es la tragedia que vive una abatida madre brasileña que se rehúsa a aceptar la inesperada y dolorosa partida de su querida hija de solo 23 años, tras haber contraído coronavirus. Su nombre es Solange Cristina Ferreira, residente de São José do Rio Preto.
A sus 41 años, la vida de la asistente de limpieza Solange jamás volverá a ser la misma. Esta mujer estaba más que feliz por el regreso de su hija de 23 años, de nombre Lauane Cristina Ferreira de Moraes, a su país natal después de haber vivido durante un tiempo en Londres.
Estaba feliz de haber vuelto a su país
La madre veía con orgullo cada paso y logro alcanzado por Lauane, quien a su corta edad, siendo hija de una madre soltera, era extremadamente independiente, trabajadora e incluso había conseguido comprar su propia casa.
Pero todo se derrumbó para Solange cuando su hija comenzó a presentar dificultades de salud, poco después de haber vuelto a Brasil. Preocupada, Lauane acudió al médico donde se le indicó que padecía dengue.
Tenía problemas para respirar y casi no podía hablar
Pero al ver que cada instante empeoraba aún más la salud de Lauane, la pareja de la joven optó por llevarla de emergencia a un hospital para tener la opinión de un segundo médico. Grande fue la sorpresa de todos cuando se les informó que la joven tenía que ser intubada de emergencia en el denominado Hospital Base.
Fue hasta que la joven se encontró en el área de Cuidados Intensivos del hospital que los especialistas decidieron realizarle la prueba para determinar si tenía coronavirus o no.
Tras comprobar que tenía la enfermedad, Lauane permaneció casi 50 días hospitalizada, hasta que sus pulmones no pudieron resistir más.
“La enfermedad estaba paralizando todo su cuerpo. Los médicos me dijeron que su pulmón se estaba desmoronando y se estaba haciendo como un lavavajillas. Fue un gran impacto cuando recibí la noticia de la muerte de mi hija. No tenía comorbilidades. Era totalmente saludable”, afirma la madre.
Tras la pérdida de su quería hija, pese a que no tenía ninguna condición médica previa, esta madre no ha podido encontrar consuelo y está inmersa en una profunda depresión de la que no consigue reponerse.
Pero, en medio de su tristeza, pide a todos los padres y jóvenes que cuiden de su salud, para que no sean presas del coronavirus.
Ayuda a difundir el mensaje de esta madre con todos tus amigos y recuerda que la prevención es la mejor forma de controlar el contagio de coronavirus.