En los tiempos actuales ser padre de un adolescente no es nada sencillo y las sanciones que antes funcionaban no surtirían ningún efecto hoy en día. Los jóvenes están saturados de tecnología, así que aislarlos en una habitación lejos de ser un castigo terminaría por convertirse en un gran disfrute.
Y nada qué decir si se les decomisan los teléfonos u otros dispositivos, esto tampoco parece ser escarmiento suficiente para algunos.
Por esa razón, Larry Sumpter y Tawnya Ford utilizaron todo su ingenio para sancionar a su hija adolescente de 15 años, Madelynn, después de enterarse de que la fiesta en pijama “entre amigas” había terminado con un grupo de chicos en la habitación.
Larry y Tawnya sabía que quitarle los dispositivosa Madelynn no funcionaría, pues lo habían hecho con anterioridad y sus rebeldías iban en mayor escala. Frente al problema decidieron aplicar una mejor estrategia.
Para no parecer tan autoritarios, la pareja dejó que la chica eligiera entre dos castigos: decomisar su teléfono durante un mes o dejar que sus padres tomaran el control total de sus redes durante dos semanas.
Madelynn eligió la segunda sin imaginar lo que su creativo padre le tenía preparado.
Larry estaba decidido a lograr que Maddi se arrepintiera de lo que había hecho y qué mejor manera que hacerla ver lo ridícula que resultaban algunas de sus acciones. Las publicaciones de Larry en las redes de su hija aparecieron para avergonzarla por completo.
¿Quién no agacharía la mirada si viera estas fotos de su padre en top con un burlesco estilo femenino.
Mientras que a Maddi la avergonzaba, sus amigos se divertían por completo y la popularidad del perfil comenzó a crecer.
Todos parecían interesarse en las nuevas publicaciones de Maddi y dejaban muchos likes en las publicaciones.
Algunos reían pero Maddi moría de la vergüenza, así que le ofreció a su padre dejar de utilizar su teléfono durante un mes pero era tarde para retractarse.
Larry no sólo lo hacía en forma de broma hacia su hija, sino que parece haber quedado atrapado por las fuerza de las redes sociales.
Incluso esas publicaciones en las que el padre se veía completamente normal despertaba interés en los amigos de Maddi.
Después de una semana con las redes en su poder, Larry ya era todo un experto pero no sólo él sino que su esposa y su hija mayor también se convirtieron en verdugos de Maddi y publicaron algunos vídeos graciosos en la cuenta de la chica en Tik-Tok.
Para cuando terminó el castigo de Maddi, la chica no sólo había aprendido la lección sino que se topó con una gran sorpresa. La adolescente hizo una publicación anunciando su regreso a las redes pero sus seguidores no se mostraron muy convencidos.
“Volví más dulce que nunca y lista para tomar buenas decisiones”, demostrando que había aprendido la lección.
“Llámenme loco, pero tu papá hacía publicaciones más divertidas”, le comentó un seguidor.
Larry abrió su propia cuenta en Instagram para continuar entreteniendo a los compañeros de su hija e intentar educarlos de una forma divertida. Por su parte, estamos seguros de Maddi ha aprendido la lección y pensará muchas veces antes de mentirle a sus padres.
Adolescentes modernos necesitan escarmientos modernos. Comparte esta historia y enséñales a otros padres una forma ingeniosa de darles una lección a sus hijos.