Celebra su graduación en el campo donde sus humildes padres trabajan recolectando fresas para poder pagar sus estudios y emociona a miles de personas por su especial gesto.
La mayoría de los padres inmigrantes han tenido que hacer trabajos duros para que sus hijos conviertan en realidad su sueño de ser profesionales. Y, en los Estados Unidos, una recién egresada de una reconocida universidad decidió hacer un emotivo reconocimiento al esfuerzo de sus padres en el preciso lugar donde tanto sudor y esfuerzo han dejado.
Nunca dejaron de trabajar para que su hija pudiera estudiar
Jennifer Rocha nació en Michoacán, México y cuando apenas tenía tres años emigró con sus padres a Estados Unidos, en busca de una mejor forma de vida.
Al llegar comenzaron a trabajar en los campos de recolección de fresas, día a día veía salir a sus padres a cumplir largas y extenuantes jornadas. En muchas ocasiones, cuando estudiaba tercer año de la escuela secundaria, ella los acompañaba para contribuir a aumentar un poco el ingreso familiar.
La familia fue creciendo, Jennifer tenía dos hermanos y dos hermanas, y los cinco estaban muy enfocados en sus estudios. La joven ingresó a la facultad de sociología de la Universidad de California en San Diego, y después de cumplir con todos los requisitos académicos logró graduarse de socióloga.
«Mis padres trabajadores nos han dado a las tres el privilegio de seguir una educación superior. Si mis papás pudieron tener tres hijas con títulos universitarios, ¡TÚ TAMBIÉN PUEDES HACERLO! Ahora sólo quedan mis 2 hermanitos pequeños para seguir nuestros pasos», fueron las motivadoras palabras de la nueva profesional.
Se siente muy orgullosa de sus raíces y de lo que han tenido que hacer sus padres durante tanto tiempo, por eso quiso honrarlos con una sesión fotográfica vestida con su atuendo académico.
El escenario no podía ser otro que los campos donde sus padres y otros tantos inmigrantes se dedicaban a recoger las fresas. Las imágenes de la joven profesional en el lugar donde sus padres han trabajado durante años para que pudiera salir adelante, conmueven a miles de personas.
«Si no fuera por la forma en que mis padres me criaron, no sé quién sería hoy. Tener experiencia en el campo me motivó a trabajar duro», aseguró Jennifer.
Rocha no se conformará con su título de licenciatura en Sociología, desea especializarse en derecho y poder defender a los trabajadores rurales, porque sabe lo que sienten y padecen, y de alguna u otra manera, sería una forma de retribuirlos con sus conocimientos.
«Estoy tan conectada con los trabajadores rurales que quiero trabajar con el sindicato del sector para defenderlos y poder marcar la diferencia», afirmó la socióloga.
A la propia universidad donde se graduó le pareció un lindo gesto, compartió las imágenes de Jennifer con su toga y birrete junto a su familia en los sembradíos, dejando en alto el orgullo y la nobleza propia de su gente.
Su historia nos recuerda el valor de la familia, y que no hay nada imposible a pesar de las adversidades. Aunque ella nació en condiciones de pobreza, con el humilde trabajo que sus padres hicieron para empezar de cero tras emigrar logró su sueño.
Es admirable la gratitud de Jennifer hacia el amor y el sacrificio de sus padres para que ella y sus hermanos pudieran tener calidad de vida, bienestar y un futuro digno.
Desde su ejemplo, estos padres les enseñaron a sus hijos que el éxito se construye, con trabajo, constancia y sencillez.
Sin duda, siempre es mejor triunfar sin olvidar las raíces y a los seres queridos.
Los padres de Jennifer están orgullosos y satisfechos por el logro de su hija y por el reconocimiento que recibieron y que le dio la vuelta al mundo. Admiramos a esta familia que con amor y unión han vencido los obstáculos que les puso la vida.