Nadie está exento de sufrir accidentes o pasar dificultades en la vida. Pero en lugar de quejarse hay personas que a pesar de las adversidades se convierten en fuente de inspiración para otros, tal es el caso de una joven nigeriana. Lo que vivió hace quince años es realmente sorprendente.
Kechi Okwuchi vivía en su natal Nigeria y cursaba estudios en la Universidad Jesuita de Loyola en Abuya, ubicada en la región del Territorio de la Capital Federal de su país. Generalmente al finalizar el curso los estudiantes retornaban en autobuses a sus respectivos hogares.
Pero hace quince años, exactamente el 10 de diciembre de 2005 le tocó a Kechi venir de vuelta por vía aérea en el vuelo 1145 de Sosoliso Airlines. En el avión iban aproximadamente sesenta estudiantes, incluyéndola a ella, entre otra cantidad de pasajeros.
Pero un accidente fatal se produjo en la aeronave, perdieron la vida ciento ocho personas y solo dos lograron sobrevivir, una de ellas fue Kechi. La joven estuvo gravemente herida, sufrió quemaduras en el 65% de su cuerpo y los médicos que la trataron solo daban un treinta por ciento de probabilidades de que salvara su vida.
Tuvo que pasar siete largos meses en terapia intensiva bajo el cuidado constante de especialistas, fue un tiempo doloroso desde todo punto de vista. Cuando salió del hospital y se observó con detalle se dio cuenta de que su anatomía era otra, externamente su cuerpo se había transformado.
No dejó que nada la venciera
Fue necesario mudarse a los Estados Unidos para darle continuidad a su tratamiento médico y allí aprovechó de continuar con su maestría en administración. Pero lo sucedido no la derrotó, todo lo contrario, le enseñó a darle valor a la vida y a aumentar su fe.
“Me tranquiliza cuando las cosas son complicadas de manejar. Si hay algo que aprendí con esta experiencia es el valor de la fe”, expresó Kechi.
En 2017 participó en America’s Got Talent, un programa de talentos donde fue finalista y pudo cumplir su ansiado sueño de ser una cantante reconocida. Y a pesar de lo duro que fue el pasado año, ella lo ve desde un punto de vista positivo, digno de admirar.
“2020 ha sido un duro recordatorio de que la vida y la muerte son dos caras de la misma moneda y hoy, en el 15º aniversario de mi accidente, me siento sumamente honrada por este hecho. Mientras continúe viviendo por las vidas perdidas ese día, también viviré con una nueva gratitud por la vida misma”, afirmó la positiva mujer.
Kechi Okwuchi ya tiene 31 años y su paso por el concurso la ha dado a conocer en el mundo, eso le ha facilitado iniciarse en la realización de charlas motivacionales para ayudar a personas que han pasado por situaciones extremas instándolas a que puedan seguir adelante luchando por sus sueños.
No dejes de compartir esta motivadora historia con todos tus amigos, y recuerda siempre que, así como Kechi, todos podemos alcanzar nuestras metas cuando nos lo proponemos y trabajamos por ellas.