Los niños no necesitan ser los mejores, solo necesitan ser felices. Por eso, de lo único que debes cerciorarte como padre es de que tu hijo sepa que es amado incondicionalmente y sin importar los errores que cometa; que está a salvo, que le protegerás y apoyarás, en fin, que es un ser maravilloso.
En el mundo de los más pequeños todo es mágico, ellos siempre serán un reflejo de lo que transmitan sus padres y su entorno, es determinante que incluso en momentos duros los adultos sepan cómo ofrecerles seguridad, confianza y sobre todo, mucha comprensión.
Depende de cómo los padres enfrenten la vida el autoestima de los niños, la empatía, la seguridad en sí mismos y la capacidad de disfrutar a plenitud lo que es realmente valioso en la vida sintiéndose libres de hacerlo con la inocencia y alegría que los caracteriza.
Y ellos, sintiéndose amparados por todo lo anterior no necesitan de grandes lujos para iluminar al mundo con su sonrisa llena de alegría, tal como lo demostró la historia de una niña proveniente de una familia de escasos recursos, quien celebró feliz su cumpleaños con un pastel hecho improvisadamente a base de plátanos.
Y es que, los padres de la pequeña no tenían dinero suficiente para comprarle un pastel de fresa, parchita, chocolate o vainilla. Solo disponían de un dúo de plátanos, que usaron de la mejor manera que pudieron para no dejar pasar de lado el festejo del aniversario de su pequeña hija.
“No quisimos dejar pasar la celebración de su cumpleaños. Es una niña muy buena y excelente hija. Es feliz así, sin lujos. Todo lo que necesitamos lo tenemos estando juntos como familia”, dijo la madre de la niña.
La verdad es que, al ver su peculiar tarta de plátanos, con todo y su vela encendida, la pequeña no pudo ocultar su emoción. Una enorme y hermosísima sonrisa de agradecimiento con sus padres por tanto amor se dibujó en su rostro.
“El resultado no estuvo tan mal. Mi niña estuvo muy alegre y sonriente ese día fue la más feliz aplaudiendo y soplando la vela a tres plátanos”, añadió la autora del pastel de plátanos.
Esta conmovedora historia sucedió en Indonesia, una nación que, como tantas otras en el mundo ha sufrido los embates de la pandemia, enfermedad que, además de las muertes, ha generado una profunda crisis económica, social y, en consecuencia, un aumento del hambre y la miseria.
Y el mejor ejemplo de ello son los padres de nuestra humilde cumpleañera, ya que hasta el momento engrosaban las listas de desempleados en el país asiático. Para ellos les ha sido cuesta arriba adquirir alimentos y artículos de primera necesidad.
Sin embargo, lo bonito de todo esto es que nada ni nadie impidió que esta hermosa familia pasara junta y en armonía ese día tan importante, ni tampoco que esta pequeña se emocionase tanto con tan poco. Se trata de una verdadera lección de unión y de humildad.
Al final, todo el hermoso instante quedó grabado para la posteridad por el padre en un vídeo que publicó en sus redes y de inmediato se popularizó en Internet. En las imágenes se les ve cantando las mañanitas, a la niña soplando su nueva velita y pidiendo su deseo.
Tanto el hombre como su esposa recibieron cientos de elogios por su detalle para con su hija, e incluso algún internauta le ofreció un nuevo empleo al padre con el que podrá sacar a su familia adelante.
Relatos como este son de los que nos encanta reseñar. Son historias que nos recuerdan la importancia de valorar todo lo que tenemos, que la felicidad es muy fácil de hallar, que no necesariamente se encuentra en los lujos, sino en los momentos que compartimos con quienes más amamos.