Los trastornos genéticos son padecimientos complejos que marcan la vida de quienes los sufren. De acuerdo a la enfermedad esa marca puede ser evidente o actuar en silencio, pero en el momento en que se manifiesta le da un giro total a la vida del paciente.
Esta situación le ha ocurrido a Charmaine Sahadeo, una mujer de 38 años nacida en Trinidad que tiene todo su cuerpo cubierto por tumores desde del nacimiento de su segundo hijo.
La vida de Sahadeo ha cambiado por completo, pues sufre una enfermedad conocida como neurofibrosis, la cual provoca la formación de tumores en el sistema nervioso.
Charmaine padece la enfermedad desde su nacimiento. Sin embargo, los tumores habían estado controlados. Fue desde el nacimiento de su segundo hijo que su piel se convirtió en algo similar al plástico de burbujas.
«En general, creo que tengo miles de bultos. Solo en mi cara y en mi cabeza hay probablemente tres mil o más. Parece que mi piel es un extraño plástico de burbujas», dijo Sahadeo.
Charmaine relata que durante su infancia se le habían desarrollado algunos tumores, pero de menor tamaño y menos dolorosos. Los médicos no le han dado explicación certera de la razón por la cual después de su embarazo los tumores se empezaron a multiplicar sin control.
La vida de Sahadeo cambió totalmente desde que nació su último hijo, hace quince años. La mujer ya no sale de su hogar debido al rechazo. Esta ha decidido apartarse socialmente por las crueles miradas y comentarios de las personas en la calle.
En esta antigua foto de Charmaine Sahadeo se observa cómo en un pasado su rostro no presentaba tantos tumores.
«Algunas personas dicen cosas horribles. Algunas personas, especialmente los niños, se asustan y huyen. Una persona incluso me dijo que si estuvieran en mi posición se matarían», comentó la mujer.
Desde que su piel se pobló de tumores, dejó de acompañar a sus hijos a la escuela por temor a las burlas que estos pudieran recibir de parte de sus compañeros.
Encontrar un empleo tampoco es nada sencillo para la mujer, pues al ver su piel las personas se niegan a contratarla. Además, esto también ha repercutido en su vida personal pues ocasionó la ruptura de su matrimonio.
Aunque no sale de su casa debido al rechazo, Sahadeo se muestra bastante optimista. Esta guerrera ha aprendido a ser feliz desde su condición pues en su hogar se nutre del amor de sus hijos y demás familiares.
«Me veo como una persona hermosa y trato de no dejar que la gente me afecte. No puedo dejarme afectar por las opiniones de todos», dijo Sahadeo
Su actitud le ha dado fortaleza para continuar luchando a pesar de su enfermedad. La neurofibrosis no se puede curar pero podría controlarse, sólo que en el caso de Sahadeo su condición es una de las más complejas en el mundo.
Desde que los tumores empezaron a aparecer descontroladamente ha sido intervenida en dos ocasiones. Durante estas operaciones sólo se le han extirpado un par de tumores que después han vuelto a aparecer.
En alguna ocasión, Sahadeo viajó a una clínica en Maryland durante cuatro días y pudieron ayudarla. Sin embargo, por falta de recursos económicos no pudo continuar el tratamiento.
En la actualidad, la mujer desea que su historia se conozca para que alguien pueda interesarse en su caso y recibir la ayuda adecuada en el extranjero. Lamentablemente, en Trinidad no existen las condiciones necesarias para tratar la enfermedad de Sahadeo.
A pesar de su condición Sahadeo no ha perdido la esperanza de encontrar una solución y día a día intenta tener una vida normal. Comparte su inspiradora historia.