Chloe Bullivant siempre fue una persona muy activa y alegre pero una extraña afección en su vejiga comenzó a acabar por completo con su estilo de vida. Al principio se trataba de una simple molestia y Chloe asumió que era una infección.
Chloe está estudiando Enfermería Veterinaria en la universidad.
Después de hacer 9 tratamientos con antibióticos las cosas sólo parecían empeorar y los médicos que la atendían simplemente parecían quedarse sin respuestas. Fue entonces cuando decidieron hacer más pruebas e insertaron una pequeña cámara en su vejiga para tratar de descubrir cuál era el problema. Pensaron que el problema era que la vejiga de Chloe era demasiado estrecha y realizaron una cirugía para poder ayudarla.
Chloe empezó a sentir los primeros síntomas cuando cumplió 22 años de edad.
Durante los primeros meses parecía que todo había sido un éxito pero finalmente los síntomas volvieron y cada vez eran peores.
“Cada mes empeoraba más y más. Llegué al punto en el que había sangre y pedazos de tejido en mi orina. Casi no podía caminar”
Muchos especialistas más trataron de averiguar lo que sucedía. Realizaron una prueba en Chloe con anestesia general y cuando tomaron muestras quedaron impactados. Nunca antes habían visto algo así y no estaban seguros si se trataba de cáncer. Finalmente encontraron la respuesta: el cuerpo de Chloe estaba rechazando su propia vejiga. Fue diagnosticada con cistitis intersticial, una enfermedad muy poco conocida.
“El dolor era insoportable. No podía hacer nada. No podía tomar alcohol, ni trabajar, ni salir. No podía caminar mucho y me costaba sentarme en el automóvil. Todo lo tenía que hacer con un baño muy cerca porque la capacidad de mi vejiga era muy baja”.
La única opción que tenían los médicos era remover su vejiga y darle una nueva. Sin embargo, la operación fue pospuesta cuando confirmaron que esto podía poner en riesgo su útero. Los médicos no se rindieron y tras investigar encontraron una forma para crear una nueva vejiga para Chloe. La operación fue todo un éxito y Chloe podrá ser madre en el futuro.
La nueva vejiga de Chloe fue hecha con partes del tejido de su intestino delgado.
Después de 10 días en el hospital le dieron de alta y Chloe no veía la hora en que lograra retomar su vida. Al poco tiempo Chloe ya se encontraba nadando, cabalgando y corriendo, quería recuperar todo el tiempo perdido.
Se estimaba que el tiempo de recuperación de Chloe sería de tres meses, pero solo requirió de tres semanas.
Escuchó sobre una fundación llamada Table Mountain que realiza actividades de rapel para reunir fondos y ayudar a niños gravemente enfermos o con alguna discapacidad. Toda su familia pensó que era demasiado arriesgado pero Chloe estaba determinada a llegar a la cima de una montaña.
“Fue asombroso. Tuve tanta adrenalina y alcancé una importante meta. Recuperé la normalidad en mi vida”.
Te invitamos a compartir la increíble recuperación de Chloe que dejó a varios médicos boquiabiertos.