Un accidente de tráfico ha dejado a la comunidad de Estados Unidos sumamente afectada. Los choques automovilísticos son un problema alarmante que ha acabado con la vida de muchos.
Sin embargo, cuando hay decenas de niños involucrados, se trata de una tragedia aún más grande que nos recuerda que siempre debemos extremar las medidas de seguridad.
Todo sucedió en la ciudad de Alma en Georgia, Estados Unidos.
Un autobús escolar se encontraba detenido para dejar a algunos niños bajar y continuar con su camino. Se trataba de un procedimiento común y nunca imaginaron que este momento sería fatalmente interrumpido por el impacto de un enorme camión. Johnathon Grayer era el conductor del camión que chocó contra la parte trasera del bus.
Johnathon Grayer apenas tenía 25 años de edad.
El impacto fue tan fuerte que ambos autos quedaron visiblemente afectados. Johnathon sufrió graves heridas pero se valió de las pocas fuerzas que le quedaban para subir al bus y salvar la vida de los niños que estaban en peligro.
“Nadie se explica cómo tenía fuerzas. Debió tener un subidón de adrenalina y luego su cuerpo simplemente colapsó”, explicó el policía Shane Copeland.
Grayer pasó los últimos minutos de su vida levantando los asientos para poder liberar a los niños que habían quedado atrapados tras el impacto. Lamentablemente, el choque había resultado muy fuerte para él y terminó inconsciente en el lugar.
El accidente ocurrió a las 3:38 de la tarde del miércoles.
Tan sólo un par de minutos después, llegaron los paramédicos y Grayer fue trasladado al Hospital del condado de Bacon junto a varios niños heridos. El conductor del camión perdió la vida horas después. El conductor del bus escolar, Jerry Sweat también fue trasladado al hospital y logró recuperarse.
Hay 10 niños que sufrieron heridas graves pero los médicos aseguran que ya se encuentran fuera peligro.
Las autoridades todavía están investigando el inesperado impacto y a pesar del enorme peligro que significó el choque del camión, quieren dar a conocer la heroica partida de Grayer.
“Ya no tenía fuerzas, pero intentó salvarlos a todos”, explicó Copeland.
Esperamos que todos los niños heridos tras este lamentable accidente logren recuperarse cuanto antes. Este accidente es un claro recordatorio de que siempre debemos extremar las medidas de seguridad para velar por nuestro bien y por el de los demás.
Grayer chocó contra decenas de niños, pero también hizo todo lo que pudo para ayudarlos y ese acto no será olvidado.
Acompañamos a la familia de Grayer y a todos los pequeños afectados en estos momentos tan difíciles. Comparte esta noticia para ayudar a crear conciencia sobre la importancia de conducir con cuidado.