Chris Norton había sido jugador de fútbol americano, hasta que un accidente le obligó a estar confinado a una silla de ruedas durante los últimos 7 años.
Fue precisamente a causa de su profesión que él sufrió un accidente que lo dejó paralizado del cuello para abajo, completamente parapléjico.
El día de su boda él sorprendió a todos, junto con su hermosa novia, ahora esposa Emily Summers.
Cuando nadie se lo esperaba ella se inclinó hacia él, así como para darle un beso.
Él colocó sus brazos alrededor del cuello de su esposa y ella reunió todas las fuerzas posibles para levantarlo junto a ella.
Él se levantó de su silla de ruedas y dió sus primeros pasos en público en mucho tiempo.
Juntos, ellos caminaron los 6 metros desde el altar. Juntos y por primera vez como esposos, ellos cumplieron su sueño.
Esta caminata era una meta por la que habían estado trabajando durante los últimos años.
Tenían la mejor motivación que se pudiera imaginar, ellos caminaban desde el altar en el día de su boda.
Iban de frente hacia su vida soñada y hacia el futuro que compartirán juntos.
“Mi accidente me acercó a ella y esa es la mejor de las bendiciones”
El 16 de octubre de 2010 en medio de un partido de fútbol la vida de Chris cambió para siempre.
Él realizaba una jugada para la que había practicado miles de veces, pero de algún modo falló en el cálculo y cayó de forma violenta.
Recuerda sentirse como si alguien hubiera desconectado su cuerpo.
“Quería levantarme del suelo y no podía. Recuerdo rezar implorando a Dios: ¡sólo permíteme pararme del suelo por favor!”
Los exámenes posteriores revelaron lo peor, se había fracturado las vértebras C3 y C4 y solo tenía un 3% de probabilidad de volver a mover algo debajo de su cuello.
Chris se prometió a sí mismo que sería parte de ese 3%.
Su familia permaneció a su lado todo el tiempo y en menos de un año ya estaba asistiendo nuevamente a la universidad.
Inició una fundación con su nombre con la que ha recaudado más de 800.000$ para personas con lesiones de médula espinal.
Después de unos meses y de forma asombrosa él conoció a Emily, su conexión fue casi inmediata.
Ella no prestaba atención a la silla, era compasiva, trabajadora y muy hermosa. Así se enamoraron y enfrentaron su primer reto fue la caminata de graduación.
Chris luchó para ser lo suficientemente fuerte para caminar a recibir su diploma.
La noche antes de la graduación, Chris le pidió matrimonio a Emily y así, como una pareja comprometida caminaron juntos al podio.
Entonces vino el siguiente reto.
La caminata de la boda que movió a los más de 200 presentes a las lágrimas.
La pareja de recién casados quiere seguir dando ejemplo y motivación para todas las personas que estaban pasando por un mal momento.
Al mismo tiempo que crían a 5 niños, todos de menos de 8 asignados a su hogar por el sistema de casas de acogida.
Su mensaje es simple, a pesar de las dificultades, puedes lograr lo que te propongas si tan solo no te rindes.
¡Qué extraordinario ejemplo de lo maravillosa e increíble que puede ser la vida!