La increíble transformación de una mujer oriunda de Nambucca Heads, de Nueva Gales, Australia, sorprende en todo el mundo, principalmente en las redes sociales: bajó 51 kilos sin asistir al gimnasio en menos de un año.
El punto de quiebre fue en julio de 2016, según cuenta Cicily, que a sus 23 años y siendo mamá de dos niños, llegó a pesar 128 kilogramos. Ella había tenido sobrepeso durante casi toda su vida y reconoce que simplemente había dejado de preocuparse por comer bien o por hacer ejercicio.
Cicily contó cómo logró esta impresionante transformación física. Todo cambió cuando se halló e internet un grupo de pérdida de peso, lo que la llevó a revisar su estilo de vida y, en menos de un año, bajó más de 50 kilos.
El antes y después de Cicily.
En pocos meses comenzó a ver los resultados.
Hasta que logró un peso saludable.
Cicily contó que se encontró por primera vez en el grupo de la “mamá saludable” durante el embarazo y en el espacio vio cómo las mujeres transformaban sus cuerpos y, principalmente, sus hábitos de vida, para mejor.
«Un amigo me agregó al grupo y yo no podía creerlo, porque para mí siempre había sido imposible perder el sobrepeso», dijo Cicily, quien también tiene hipertiroidismo. Y agregó: “Llegué a un punto donde me convertí en adicta a la comida rápida y todos los días estaba comiendo chatarra y bebiendo cantidades masivas de refrescos”.
Además, Cicily dijo que estaba tomando 10 cafés al día y que comía mucho a la vez, hasta que estuviera “incómodamente” llena.
La joven madre hizo los cambios de forma gradual.
Cocinaba exquisiteces, reemplazando la comida que antes consumía.
E incorporó batidos de fruta en su dieta.
Después de dar a luz, la mujer decidió cambiar sus hábitos:«Comencé comprando una mezcla de batidos y a beberlos dos veces al día con fruta”. Además, ella explica que no quiso apresurarse ni hacer cambios drásticos en un comienzo, por lo que siguió comiendo un chocolate de vez en cuando.
Cicily cuenta que comenzó a seguir rutinas de comidas más saludables, cocinaba a conciencia platos exquisitos y saludables y emprendió caminatas diarias. Luego, en su salón llevaba a cabo rutinas de ejercicios de fuerza. Pero siempre en la comodidad de su casa y a su propio ritmo.
Al poco a tiempo comenzó a ver los resultados y afirmó que su estado de ánimo cambió y sus niveles de energía y confianza son más altos que nunca. Ahora asegura que puede correr con sus hijos y no cansarse.
La transformación fue increíble.
Con paciencia esta joven logró cambiar su cuerpo y su vida.
Ahora se siente una mujer nueva, diferente, con más energía.
«Soy normal ahora y puedo hacer cosas normales y estoy muy feliz. Es un desafío al principio, pero vale la pena y si te equivocas o tienes un traspié, empieza de nuevo, haz lo mejor que puedas, cuando puedas y no te arrepentirás», es el mensaje que busca hacer llegar Cicily.
¡Comparte su inspiradora historia con todos tus seres queridos!