Por triste que pueda sonar, socialmente existen muchos estigmas que dificultan la adaptación de las personas que poseen una condición especial.
Aunque a nivel legal se han promulgado leyes de inclusión que les permitan desarrollarse como profesionales, aún existen ciertas barreras que parecen apartarlos de las posibilidades laborales.
Pero, por fortuna, existen personas que deciden no decaer ante las dificultades y uno de ellos es un joven con autismo que ha abierto su propio negocio después de dos años sin poder encontrar un empleo.
Clay Lewis tiene 16 años y después de ser rechazado de distintos puestos, decidió entrar al mercado laboral por su propia cuenta. Fue en ese momento en que abrió su propia empresa de limpieza llamada Clay’s Bin Cleaning.
«Se me ocurrió la idea de limpiar los contenedores con ruedas y limpiar la papelera de la cocina para los clientes habituales», dijo Clay.
El joven recibió apoyo de su madre para empezar con su proyecto, que en inicio consideró como una especie de emprendimiento. Clay tiene un trastorno de procesamiento sensorial como muchas personas con autismo. Por esa razón, algunas cosas se le dificultan aún más a Clay, quien es extremadamente sensible a los olores.
«Es muy difícil en verano porque los contenedores huelen peor, a veces me atraganto, pero simplemente lo hago. A menudo uso una máscara de limpieza porque los gusanos pueden ser difíciles», dijo Clay.
A pesar de todas estas dificultades el negocio del joven ha ido prosperando y Clay’s Bin Cleaning cumplió su primer aniversario. Además, debido a la demanda, el joven ha tenido que contratar más empleados para que lo ayuden con el trabajo que en principio realizaba por su propia cuenta.
«Cuando comenzamos a cargarnos de trabajo, decidimos buscar a alguien para ayudar. Hemos entrenado a otras tres personas para que ayuden ahora también», dijo la Sra. Lewis.
La madre de Clay ayuda con las transacciones de EFTPOS y apoya a su hijo en la administración, así como en la programación y la comunicación con los clientes. Sin embargo, el joven ha empezado a interactuar con los contratistas de manera personal, demostrando los grandes avances que ha realizado con este empleo. Sin duda, el chico no sólo ha ganado dinero sino seguridad.
«A lo largo de este año aprendí que es realmente importante hacer un buen trabajo para que mis clientes queden contentos, y hago cosas extra como enrollar sus mangueras ya que es un buen gesto. También es importante mantener nuestro lugar de trabajo siempre seguro», dijo Clay Lewis.
La madre de este joven se encuentra extremadamente orgullosa por el trabajo y la perseverancia que ha demostrado su hijo. Para Clay, el negocio está pasando por buenos tiempos y planea ahorrar para su universidad, aunque también desea ir a una carrera de Fórmula 1 junto a sus aprendices. Por esa razón tiene pensado ofrecer algunos servicios extras que hagan crecer su empresa.
«Estoy pensando en ofrecer lavado de autos y limpieza de caminos este año, ya que alguien me donó un limpiador a presión», mencionó el chico.
No cabe duda que Clay Lewis es un gran ejemplo no sólo para las personas que puedan sufrir alguna discapacidad, sino para el mundo en general. Su fortaleza y determinación lo hicieron capaz de transformar el panorama gris de su desempleo en algo positivo y de mayor impacto en su vida.
Además, este joven valiente no le tuvo miedo al trabajo pesado ni a su condición, y decidió enfrentar uno de las mayores barreras del autismo, como lo es el trastorno de procesamiento sensorial.
Clay no se dejó vencer por las adversidades ¿lo harás tú? Comparte con tus amigos esta inspiradora historia y que la perseverancia se multiplique.