Se negó a aceptar dinero para pagar el tratamiento médico de su esposa enferma y sus clientes reaccionaron con un gesto de solidaridad realmente conmovedor.
Stella y John Chhan forman un matrimonio que llegó a Estados Unidos en 1979 como refugiados. Las adversidades unieron más que nunca a esta pareja y supieron empezar una nueva vida basándose en el trabajo duro y la perseverancia.
No podían entonces imaginar que años después al pasar por una de las situaciones más difíciles de su vida recibirían un apoyo verdaderamente abrumador de cientos de personas.
La pareja emigró a Estados Unidos huyendo de la guerra en su natal Camboya.
Después de un tiempo en los Estados Unidos la pareja logró reunir lo suficiente para poder comprar un franquicia de Donut City, una cadena que se especializa en la venta de deliciosas donuts.
Empezaron desde cero pero aprovecharon la oportunidad de lograr su sueño y emprender un negocio al servicio de su comunidad y sacar adelante a su familia.
Desde entonces han trabajado sin parar y todos los días se paran a primera hora de la mañana para poder dar lo mejor de sí en su negocio.
A la pareja le tomó diez años con muchos sacrificios lograr reunir el dinero para montar su tienda.
Como ellos mismos atendían su negocio, todos los clientes se fueron familiarizando con ellos y tomándoles mucho cariño. Además de sentirse complacidos con sus productos, también estaban encantados con la excelente atención de sus dueños.
Así que cuando empezaron a notar que solo John estaba trabajando en la tienda comenzaron a preocuparse y a preguntar si todo se encontraba bien con Stella. En efecto, Stella estaba muy enferma.
Stella había sufrido de un aneurisma y se encontraba en rehabilitación para lograr recuperarse.
Cuando Dawn Caviola supo la situación de la familia Chhan quedó verdaderamente conmovido pues sabía que eran un matrimonio muy unido, así que pensó durante mucho tiempo cuál sería la mejor manera de ayudarlos.
“Pensé que si varias personas compraban una docena de donuts todas las mañanas, entonces él podría cerrar más temprano e ir a acompañar a su esposa”.
En efecto, eso era todo lo que quería el cariñoso John. Se contentaba mucho los días que lograba vender el número diario de donuts más temprano ya que eso significaba que podía acompañar a Stella y apoyarla en su proceso de rehabilitación.
La tienda se ha mantenido abierta absolutamente todos los días durante tres décadas.
Caviola compartió la emotiva historia de la familia y todos sus clientes decidieron ayudarlos.
La mejor parte es que todos salen ganando con este maravilloso gesto, los clientes pueden disfrutar de los deliciosos donuts y John puede acompañar a su esposa para ofrecerle el apoyo y el acompañamiento que necesita en este difícil momento.
Las ventas han sido tan impresionantes que hubo un día que incluso logró cerrar a las 10 de la mañana.
Los clientes también se ofrecieron para crear una página de GoFoundMe, pero el honrado John explicó que no era necesario y que para él lo más importante era poder pasar tiempo con su esposa.
“Estamos muy agradecidos”.