Ante una enfermedad grave algunos pacientes toman la iniciativa de evitar que su familia pase por el doloroso proceso de preparar lo que sería su último adiós.
Esto fue lo que hizo Peter Hinds, de 51 años, quien después de ser diagnosticado con cáncer intestinal terminal decidió cobrar su pensión y planear su propio funeral para quitarle la carga a su familia.
Pero su lucha contra esa terrible enfermedad dio un giro inesperado tras el pronóstico de seis meses de vida. Afortunadamente, su tumor fue extirpado en diciembre de 2018 y ahora está de vuelta al trabajo.
Peter decidió quitarle la carga a su familia organizando su propio funeral, después de haber perdido a su hermana Lesley, a causa de un tumor cerebral, seis semanas antes de su diagnóstico.
“Fue surrealista porque estás planeando algo que no quieres que suceda. Reservé una parcela junto a la de mi hermana en el crematorio Walton.
Elegí la música para mi funeral, no quería que nadie fuera con traje y corbata porque yo nunca usaría eso”.
Peter cobró su pensión para aliviar la carga financiera de su esposa Maxine, con quien había comprado una casa un año antes.
“Un día me derrumbé en casa y mi esposa llamó a una ambulancia, me llevaron al hospital de Warrington, donde estuve cuatro semanas”.
Al principio le informaron que el cáncer era operable, pero dos días después le dieron la terrible noticia de que era terminal y que su pronóstico de vida se limitaba a menos de seis meses, descartando cualquier tratamiento, incluso la cirugía.
“No podía creer lo que estaba escuchando. Fue devastador que me dijeran que ni siquiera podía vivir mi 50 cumpleaños, fue aterrador”.
Para Peter, esa noticia fue aún más difícil de aceptar porque su hermana acababa de morir seis semanas antes.
“La enterramos en diciembre y seis semanas después, a mi madre le dijeron que su hijo tenía cáncer terminal, fue devastador”.
En los meses siguientes, Peter comenzó a hacer los arreglos para su funeral.
“Cuando murió mi hermana y organizamos el funeral, todos estábamos adivinando lo que ella quería, así que pensé que le diría a la gente lo que quería hacer y les quitaría esa presión”.
Peter, era tratado en el Hospital de Warrington en ese momento, y pidió que lo derivaran al The Christie en Manchester. Lo citaron para el 3 de abril, y para sorpresa de todos le dijeron que comenzaría quimioterapia.
Peter terminó su última ronda el 06 de noviembre de 2018 con una reducción importante del tumor. Y semanas después, le dieron la noticia que le cambiaría la vida.
«Dijeron que había una probabilidad de 50/50 de eliminar el tumor con una operación y uno de los médicos dijo que estaba dispuesto a intentarlo».
Actualmente, y contra todo pronóstico, Peter va al hospital cada tres meses para controlar su condición.
Peter regresó a su empleo como trabajador comunitario en Change Grow Live en Warrington, donde atiende a personas adictas en rehabilitación.
“Todo está bajo control ahora y no necesito más tratamiento, es increíble. Me dijeron que nunca volvería a trabajar, así que regresar fue maravilloso porque amo mi trabajo”.
El hijastro de Peter, Simon McConville, se ha inspirado para hacer una carrera para recaudar dinero para la organización benéfica Christie del evento Wilmslow Running Festival para el desarrollo de un nuevo centro oncológico de 31 millones dólares en Macclesfield.
«Esta experiencia me ha dado una perspectiva completamente nueva de la vida».
Peter agradece el apoyo de su familia, sus amigos y del increíble personal de The Christie, ya que sin ellos no habría podido mantener una actitud positiva durante el tratamiento.
Es una historia realmente inspiradora, no dejes de compartirla y celebrar la vida de Peter, quien solo quiere disfrutar cada día.