En el mundo existen casos clínicos realmente impresionantes, personas que adquieren enfermedades incurables y sin embargo se salvan, personas que se enferman y los médicos no encuentran ninguna explicación, y aún no deja de sorprendernos lo que se descubre día a día.
Marie McCreadie
El caso de Marie McCreadie es uno de estos increíbles eventos. A principios de 1970 ella era apenas una niña nacida en Reino Unido. Al cumplir los 12 años se muda a Australia con su familia y hasta ese momento Marie era una niña normal en todo sentido. Hasta que ocurrió algo inesperado:
«Me desperté con un fuerte dolor de garganta y con un gran resfriado, uno o dos días más tarde tuve bronquitis”, explica Marie.
Podría haberse tratado de una enfermedad producto del cambio de clima pero para Marie fue más grave.
“La primera semana la irritación de la garganta era muy intensa por la fiebre. Pero cuando me bajó la temperatura, la infección en el pecho desapareció y empecé a sentirme mejor y ‘normal’… pero –después de unas seis semanas- mi voz no regresó”, cuenta a sus entrevistadores.
Aunque parezca extraño Marie nunca se imaginó que perdería su voz para siempre, o bueno, por muchos años más. Lo cierto es que a partir de ese momento años y años pasaron y Marie no podía siquiera emitir un sonido, gemido, susurro, nada. Ningún sonido salía de su boca.
Marie McCreadie de adulta, junto al cantante Cliff Richard
Después del misterioso evento Marie fue con sus padres por ayuda médica pero los diagnósticos no fueron muy útiles, se dijo que había sufrido de laringitis, además se dijo que tenía mutismo histérico, simplemente la niña se rehusaba a hablar.
Pero Marie no creía que voluntariamente se hubiese silenciado por completo, nada de esto la convencía. No obstante era apenas una niña y tuvo que cargar con su padecimiento muchos años, recibir rechazo de las personas, de profesores y niños de la escuela.
Una monja de su colegio dijo incluso que Marie estaba siendo castigada por Dios y a partir de allí muchos niños comenzaron a burlarse de ella, a decir que debía confesar sus pecados y las niñas la llamaban «mujer del diablo».
Todas estas experiencias traumáticas condujeron a Marie a entrar en una severa depresión y una vez sus padres se enteraron de ello la ingresaron en un hospital psiquiátrico, donde no fue nada fácil la vida para ella, fue un lugar de tortura del que se escapó.
Unos años después, Marie recupera sus ánimos, decide asumir su condición con una actitud positiva, rehace su vida, encuentra un trabajo, aprende mecanografía y lenguaje de señas. Pero, repentinamente a los 25 años Marie comienza a sentirse muy mal:
“Comencé a toser y empezó a salirme sangre de la boca. Pensé que me moría. Podía sentir algo moviéndose en el fondo de mi garganta. En un momento dado pensé que estaba tosiendo mis entrañas. Ahora parece una estupidez, pero en ese momento tu cabeza da vueltas”, comentó.
La razón real de la falta de sonido en su garganta: una moneda cobre
Los médicos encuentran en su garganta algo muy curioso, se trataba de una moneda de 3 peniques que había estado en su garganta desde los años 60, la misma había estado impidiendo que sus cuerdas vocales pudieran vibrar e incluso si quisiera verse en radiografía no hubiese podido ser captada por la posición en la que se encontraba.
Marie estaba en shock, su fortuna había cambiado, sin duda le había dejado un gran aprendizaje, su primera llamada telefónica fue a su madre quién no podía creer a quién escuchaba.
Ahora Marie comparte con nosotros su experiencia en su libro Voiceless (Sin voz). Y nos invita a reflexionar en lo necesario que es creer en la palabra de un niño y en el apoyo que necesitan las personas que viven sin voz.
Comparte esta increíble historia con tus amigos y familiares. Escuchemos a nuestros hijos cuando dicen que no mienten y escuchemos a todas las personas que no tienen voz, con el corazón.