Hay personas que nacen con un talento natural para los negocios. Desde pequeños, la audacia y el disfrute de generar sus propias ganancias, así sea solo para comprar más dulces en la tienda, es algo que los caracteriza. Son potenciales empresarios y están dispuestos a trabajar duro por alcanzar sus metas.
Nathan John-Baptiste es, sin lugar a dudas, uno de ellos. Este adolescente de apenas 15 años creó un negocio que podría generarle 65.400 dólares al año… Y todo comenzó en el lavabo para chicos de su escuela, en Londres. Hoy se le conoce como «El lobo de Walthamstow».
«Nadie ha hecho lo mismo que yo. Otros han vendido dulces, yo construí un imperio».
¿Qué es lo que los niños más aman en el mundo y en lo que están dispuestos a gastar todo su dinero? ¡Golosinas, por supuesto! Con apenas 6 dólares de inversión inicial, Nathan se las ingenió para comenzar un negocio tan dulce como las barras de chocolate o las gaseosas.
La idea es tan simple como brillante: Nathan anuncia por Snapchat el menú del día siguiente. Cada estudiante interesado hace su pedido y luego lo recibe en el lavabo durante el recreo. ¿El resultado? muchos clientes felices y 330 dólares diarios.
Al inicio, Nathan le pidió a un amigo que lo ayudara con las ventas, pero la demanda se disparó de tal manera, que el joven empresario terminó contratando 11 empleados más. Fue así como más pronto de lo que esperaba, 2 escuelas más se sumaron a su clientela y sus ganancias se triplicaron.
Sin embargo, las cosas no siempre fueron así. Antes de ser un exitoso empresario, Nathan, según lo que él mismo cuenta, andaba por el mal camino. Todo cambió el día que tuvo la oportunidad de hablar con un millonario de nombre Carl, quien le dijo: «Tú puedes ser lo que sea que quieres ser».
Desde entonces, Nathan decidió tomar el control de su vida y trabajar para ser algún día como Carl.
Lamentablemente, la escuela de Nathan no encontró su idea de emprendimiento tan simpática como el resto de los estudiantes y le pidieron que dejara de vender dulces en sus instalaciones. De haber continuado haciendo 330 dólares semanales, la ganancia anual habría sido la impresionante suma de 65.400 dólares al año.
«Entonces comencé a invertir en otros negocios. Tampoco es la idea vender dulces toda mi vida», comenta Nathan, quien actualmente trabaja vendiendo puerta a puerta los servicios de una agencia de bienes raíces. En el futuro, el joven piensa invertir él mismo en propiedades inmobiliarias y convertirse en corredor de bolsa.
Nathan admite que gastó gran parte de su dinero en lujos como ir a comer a su restaurante favorito. Pero con todo y eso logró reunir 6.000 dólares que piensa invertir muy pronto.
Por su parte, Sharon, la madre de Nathan, afirma que se siente sumamente orgullosa por los logros de su hijo. Aplaude su determinación y agradece que haya tomado el camino del trabajo honesto para generar ganancias, en lugar de ese terrible atajo en el que tantos jóvenes sucumben, el tráfico de drogas.
Nathan, quien asegura que está rodeado de gente maravillosa y que ninguno de sus amigos intenta aprovecharse de él, es un chico que destaca por su honestidad y habilidad para los negocios. ¡Que el futuro le depare muchos éxitos más!
¡Impresionante la historia de joven emprendedor! No dejes de compartirla.