¿Cuánto tiempo has esperado conducir el auto de tus sueños? Muchas personas aguardan ansiosamente ese feliz momento en el que sus manos tocan finalmente el volante del auto de su vida, aquel por el que tanto trabajo y esfuerzo han realizado.
Un empresario brasileño, llamado Diego Alexandre, soñaba poder comprarse un auto convertible para celebrar en grande su cumpleaños número 36. Sin embargo, jamás esperó que el amigo que le vendió el vehículo lo estafaría.
Diego se esforzó arduamente por convertirse en un exitoso empresario y poder tener los suficientes recursos económicos para hacer sus sueños realidad. Dentro de su lista de metas por cumplir se encontraba comprar un hermoso convertible rojo que vio por primera vez hace 3 años, del cual quedó enamorado al instante.
Eric vendió su auto a Diego para invertir en una nueva empresa
Desde ese momento, su único objetivo fue conseguir dinero para poder pagar. El auto era propiedad de uno de sus amigos más cercanos, de nombre Eric Silva, así que sin dudar se acercó a él para pedirle que se lo vendiera.
Fue cuando Eric necesitó capital para comenzar una nueva empresa que se puso en contacto con Diego, para confirmarle que aceptaba venderle el auto que tanto deseaba. El hombre se apresuró a obtener un acuerdo para conseguir el vehículo, incluso sin antes realizar una prudente prueba de manejo.
«Era mi sueño tener un Mercedes-Benz convertible», dijo Diego.
Para tener el auto, Diego intercambió con Eric otro vehículo, un Mercedes-Benz del año 2014, además de realizar el pago de una importante suma de dinero en efectivo. El trato se había cerrado, aparentemente de forma exitosa, y el auto pasó algunos días en un taller mecánico para hacerle las reparaciones necesarias.
Al tener que acudir a las instalaciones del taller mecánico para supervisar las reparaciones, Diego se percató de que su sueño se estaba convirtiendo en una pesadilla al no considerar un pequeño detalle: su altura.
Diego mide 1.93 metros de altura y eso impide que pueda entrar cómodamente en el espectacular convertible, incluso ajustando el asiento tanto como lo permite el diseño del auto. Sencillamente, es imposible que pueda conducirlo con el techo cerrado.
Intentó obtener un reembolso, pero Eric ya había gastado parte del dinero
Cuando finalmente pisó el acelerador para conducir el auto, la decepción de Diego aumentó al darse cuenta del terrible trato que había hecho. Contactó con su amigo para deshacer el negocio, pero solo consiguió que Eric grabara un video en el que se evidencia el gran tamaño de Diego, en comparación con el auto.
Después de todo, Diego se convirtió en toda una celebridad en las redes sociales y también en las calles. Para protegerse utiliza un casco y así se ha mantenido conduciendo el auto de sus sueños, sacando lo mejor del que fue uno de los peores negocios en su carrera como empresario.
Comparte esta increíble historia con todos tus amigos y nunca cierres un trato sin antes revisar hasta el último detalle.