No existen peores obstáculos que los que creamos en nuestra mente. Y Thomas Lear, con apenas 17 años, estaba convencido de cumplir su gran sueño, y no descansaría hasta lograrlo.
Todos sabemos que uno de los gastos más fuertes cuando los jóvenes quieren independizarse es el de la vivienda. Así que este chico trabajador y emprendedor, estaba decidido a que eso no fuera un impedimento, e ideó la mejor manera de ahorrarse el alquiler de por vida.
El joven de Bristol, Inglaterra, construyó su propia casa de madera, desde cero, en el jardín de sus padres.
Muchos se burlaron de Thomas al ver esa simple casita que parecía de muñecas
Tras recolectar madera y tratarla, tardó dos años en construir su rincón soñado, en el que invirtió apenas 7.000 euros. Y ahora, ya con 21 años, se siente totalmente orgulloso.
“Solo quería vivir una vida sencilla sin estrés. Es encantador tener 21 años y no tener que gastar todo mi dinero en alquiler. Soy dueño de todo y eso me tranquiliza», declaró el joven.
El hogar, que puede alojar cómodamente a cuatro personas, cuenta con una cocina estilo americano, con fregadero, horno y nevera; y una sala de estar completa, que incluye una cama plegable.
Y para subirse a su cama, tiene que bajar unas escaleras plegables de madera desde el techo.
¿Para qué más?
Pese a no tener calefacción, Thomas se las arregla con una estufa de leña, que utiliza únicamente cuando el frío es extremo. También recolecta agua de lluvia y la utiliza para bañarse.
“Puedo darme una ducha de cinco minutos en el calor antes de que se enfríe. Se necesitan 30 minutos para volver a calentar», dijo Thomas, que es un joven que no se complica la vida. «Mi inodoro es químico, descarga pero requiere vaciado».
La pequeña casa es realmente acogedora, y todo está milimétricamente pensado
La casa se encuentra construida sobre la propiedad de los padres de Thomas, donde no tiene casi nada alrededor, y el lugar invita a la paz y al relax.
Y aunque definitivamente extraña el gran espacio que tenía en su antigua vivienda, ha sabido acoplarse y no se arrepiente de nada.
Lo más admirable es que Thomas confiesa que todo lo hizo solo, valiéndose de tutoriales de Youtube.
“Mi abuelo, que tiene 82 años, me hizo la electricidad y un amigo me ayudó aquí y allá. Mi papá Tim ayudó con la plomería. Pero hice todo lo demás yo solo, solía dedicar todos los fines de semana a este sueño», dijo Thomas.
“Mientras trabajaba como aprendiz, no tuve más remedio que utilizar materiales que encontré en antiguas obras de construcción», agregó. «La parte más desafiante fue el techo, ya que tenía que asegurarme de que estuviera bien para evitar goteras».
Thomas dice que el mayor beneficio es poder tener su propia libertad y ahorrar dinero. Ahora espera construir cabañas para gente de escasos recursos en el futuro y dedicarse al negocio del glamping, la tendencia de moda que mezcla el glamour con el camping.
¿Te imaginabas que la humilde casita de Thomas fuera así por dentro? Comparte esta gran iniciativa que podría servir de inspiración para muchos.