La seguridad de los niños siempre será una preocupación para los padres desde el primer instante en que ponen un pie fuera de casa. Esto se hace particularmente importante cuando van a la escuela en transporte escolar, y hasta que no vuelven a casa sanos y salvos, no respirarán aliviados.
Esto se torna más grave en algunos países, el clima frío puede tomar por sorpresa a sus habitantes. Por más que año a año sepamos que en ocasiones puede amanecer con un mal temporal, llegando incluso a caer intensas nevadas, nunca estamos suficientemente preparados ni tomamos todas las precauciones.
Es lo que sucedió en pleno invierno en el Condado de Shelby, Alabama, en Estados Unidos.
La Escuela Primaria de Montevallo ante la nevada repentina, decidió empezar las clases más tarde de lo habitual mientras esperaban que el hielo de las carreteras se derritiera.
Pero lamentablemente, a uno de los chóferes que recogía a casi 50 niños no le llegaron las indicaciones, y para ese momento ya tenía a todos los pequeños dentro del autobús. Cuando se dio cuenta que regresar a los niños a sus domicilios supondría ponerlos en un riesgo aún mayor, se le ocurrió hacer algo mejor.
Wayne Price trabaja como chóferpara la Escuela Primaria de Montevallo desde hace muchos atrás y siempre se ha caracterizado por ser muy cuidadoso y amable con los niños.
Los padres de casi 50 niños perdieron el aliento al enterarse de que el chófer no los llevó a la escuela
Para que los pequeños no se pusieran nerviosos, les pidió que apagasen sus teléfonos móviles durante 2 horas. Y en lugar de atemorizarlos, supo que tenía que mantenerlos ocupados, así que los llevó al local más cercano de McDonald’s.
Ciertamente, su proceder no era en un principio el más correcto. Pero en la escuela confiaban 100% en Wayne y estaban convencidos de que los niños estarían en las mejores manos.
Cuando los pequeños vieron que Wayne los estaba llevando a todos a un McDonald’s pensaron que se había vuelto loco.
Pero se quedaron más impactados todavía cuando vieron que Wayne quiso recompensarles pagándoles galletas para todos, debido a que se habían perdido el desayuno de la escuela por el retraso.
En el autobús había entre 40 y 50 niños, por lo que lo que tuvo que pagar Wayne no fue poco.
Después de que los pequeños disfrutaron como nunca, regresaron sanos y salvos a la escuela. Y el personal no pudo menos que compartir el gesto de Wayne en Facebook:
“¡El Señor Price, uno de nuestros conductores de autobuses, realmente demostró tener un gran espíritu navideño! El martes, cuando la escuela pospuso su apertura debido a las carreteras heladas y no pudo servir el desayuno, Wayne compró galletas en McDonald´s para todos los estudiantes del autobús. ¡Qué gesto tan amable que nuestros estudiantes siempre recordarán! “.