Cuando una persona se contagia por coronavirus el riesgo de que los familiares se vean afectados es enorme. En Brasil un esposo se infectó y la esposa embarazada con los días también fue contaminada, lo que vivieron junto a su hija recién nacida causó angustia y mucho temor.
Enfermó de coronavirus mientras estaba embarazada
La abogada Mariana Colares Almeida, de 35 años y su esposo Fernando Almeida da Silva Junior, quien es analista de sistemas, de 36 años, estaban muy felices porque esperaban su primer hijo y solo deseaban que llegara el día de poder recibirlo. Pero algo terrible estaba por ocurrir, Fernando dio positivo para coronavirus y era asintomático.
Con los días comenzó a presentar síntomas y empeoró, lo que ameritó que fuese internado el 17 de marzo y al otro día fue entubado. Mariana, de 31 semanas de embarazo, tenía que cuidar a su bebé y decidió irse con sus padres, días después también dio positivo y fue hospitalizada.
El 25 de marzo en un hospital de Sete Lagoas en la Región Central de Minas Gerais, Mariana tuvo que someterse a una cesárea urgente, al poco tiempo de dar a luz fue intubada. La pequeña Manuela nació con 1 kg y 700 gramos y al igual que sus padres también estuvo con COVID-19 y fue intubada.
“Los tres fuimos intubados al mismo tiempo, ingresados en un hospital, sin expectativa de lo que pudiera pasar. No sabía del parto anticipado, mucho menos que estaban en esta situación crítica», explicó Fernando.
La bebé fue dada de alta el 10 de abril y era cuidada por sus abuelos, a pesar de estar felices con su nieta no dejaban de preocuparse por la salud de Mariana y Fernando que quedaron hospitalizados. El padre se recuperó y volvió a casa el 22 de abril.
«Simplemente lloré y agradecí a Dios por Manuela y le pedí que curara a Mariana, que todavía estaba hospitalizada», agregó Fernando.
Y el amor y las oraciones de los familiares surtió efecto, Mariana a pesar de todo lo que pasó se fue recuperando de a poco, y le dieron de alta. Se sentían muy felices y agradecidos por haber podido regresar a casa y estar al lado de su recién nacida hija.
«Imagínese la emoción de una madre cargando a la hija tan soñada después de 40 días de nacimiento. La emoción más grande de la vida, los tres aquí, juntos. Manuela significa ‘Dios está con nosotros’ y estuvo con nosotros todo el tiempo», expresó el amoroso papá.
Mariana aun presenta molestias y dificultades para hablar debido a la traqueotomíaque le realizaron, pero cada día se siente mejor y la niña crece y aumenta de peso. Todos están inmensamente felices, están seguros de que un milagro ocurrió en sus vidas.
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