Cuando vienen tempeaturas frías hay quienes lo disfrutan y quienes lo detestan. Ya sea que estemos en ese clima durante los 365 días del año o que llegue a nuestras vidas una vez al año, siempre viene acompañado de la maravillosa ropa de invierno. Los suéteres de fibra polar y las chaquetas mullidas nos calientan y protegen a nosotros y a los niños.
Niños de Oymyakon, calentitos en sus sabrosas chaquetas.
Los abrigos al igual que los cinturones de seguridad, tienen como principal función protegernos. Pero aunque no lo parezca, estas dos prendas que deben protegernos son una combinación nefasta. Ambos jamás deben combinarse pues en el adulto es peligroso, pero en los niños y en sus asientos, puede resultar en una combinación fatal.
Este vídeo te explica el porqué.
Las chaquetas de invierno son muy gruesas, esto crea una bolsa de aire entre el cinturón de seguridad y el niño. Estas bolsas de aire entre el tórax del niño
y el cinturón evitan que quede bien sujeto. Esto, combinado con el material resbaladizo del que las chaquetas estan hechas aumenta el riesgo. Por lo que a la hora de un accidente el cinturón no cumpliría su función y el niño saldría despedido hacia adelante.
Ponemos a nuestros hijos en riesgo sin saberlo.
La peligrosa combinación de las chaquetas de invierno y los asientos de niños es un riesgo oculto en los vehículos.
¿Cómo proteger a los niños?
La forma de proteger a los niños es sujetarlos en sus asientos sin la chaquetas de invierno y cubrirlos con ellas o con mantas después que estén bien atado.
Una manera fácil de chequear que los cinturones estén los suficientemente ajustados es introducir 2 dedos a nivel del hombro del pequeño, si estos pasan cómodos, el cinturón necesita ser ajustado.
Comparte estas increíbles imágenes, para la seguridad de los niños