A diario mucha gente se topa con alguna persona que vive en condición de calle o presenta algún tipo de necesidad, pero son pocos los corazones sensibles capaces de detenerse para hablar con ellos y conocer de cerca sus historias.
Por esa razón, cuando este tipo de gesto sucede y alguien decide no sólo prestar una ayuda momentánea sino impactar para siempre, es importante reconocerles esa bella labor.
En esta ocasión, el acto de un joven residente del Sur de los Ángeles en los Estados Unidos ha conmovido e inspirado a todos.
Su nombre es Elvis Summers, quien no pudo pasar desapercibidas las condiciones bajo las cuales vivía una mujer de 60 años que recolectaba plástico en los contenedores de su edificio.
Elvis junto a Irene, su nueva amiga y a la cual decidió ayudar.
Irene «Smokie» McGee había vivido en la calle desde hace 10 años, después de la muerte de su esposo y de haber perdido la casa en la que había construido su familia. Desde entonces, Irene pasaba sus días recorriendo la ciudad en busca de reciclaje que pudiera vender y con la ganancia obtener algo de comida.
De este modo la madre y abuela había logrado sobrevivir durante una década sin hogar.
Por lo general, Irene pasaba la noche en la acera frente a los edificios donde vivía Elvis y tras intercambiar algunas palabras y ganarse su confianza, el hombre supo toda la historia de esta mujer.
En ese momento el hombre quedó conmovido, así que decidió hacer algo para cambiarle la vida a la Irene.
«Ella es un ser humano, una madre y una abuela de 60 años que dormía en la tierra, simplemente no estaba bien», dijo el residente Elvis Summers.
Con una inversión de 500 dólares, Elvis decidió poner sobre Irene ese techo que tanto necesitaba y en cuestión de días su mejor proyecto humanitario estuvo listo.
Summers invirtió el dinero en unas tablas para comprar la madera y con el apoyo de una compañía local logró encontrar que le donaran el revestimiento y techo para la casita de Irene.
El proyecto modesto estuvo a cargo del propio Elvis, quien utilizó sus conocimientos en carpintería para culminar la obra. En sólo 5 días, Irene tenía por fin un espacio seguro después de 10 años durmiendo en el suelo.
«Solo quería construir algo lo suficientemente seguro y resistente para que ella estuviera cálida y cómoda», dijo Elvis.
Este hombre registró todo el proceso de construcción en un vídeo que ha conmovido a todos de forma especial por el emotivo momento en que Irene obtiene las llaves de su propio hogar.
“Me sentí tan bien, estaba tan relajada, creo que la primera vez debí haber dormido la mitad del día«, dijo Irene.
Aunque la casita es bastante modesta y apenas sirve de dormitorio, para esta mujer ese pequeño espacio es suficiente para sentirse en paz.
Seguro Irene necesita aún muchas cosas más pero no cabe duda de que el acto realizado por este hombre tiene para ella el valor de mil tesoros juntos. Elvis se tomó el tiempo para escucharla y además se preocupó por hacer algo importante para ella.
Estas son las acciones que deberían multiplicarse, sin importar lo grande o pequeño lo que vale es siempre hacer el bien sin mirar a quien. Comparte esta bella historia y dales a todos una gran lección de solidaridad.