Doña Sofia lo único que quería era una foto con sus nietas, a la que tenía derecho. A fin de cuentas, la vida de Letizia en la Casa Real pudo haber sido un infierno si así Doña Sofía lo hubiera querido; pero no, ella es una dama.
Sin embargo, Letizia no deja de cruzarse intencionadamente, frente a ellas, para evitar la tan anhelada foto.
Doña Sofía, por su lado trata de esquivarla, intentándolo una vez más, y es entonces cuando la nieta, con sus ínfulas soberbias y bajo la presión ante la mirada de su madre, retira abruptamente la mano de su abuela de su hombro.
Y ante este panorama, un Rey Felipe atónito en medio de la discusión, tratando de guardar el protocolo.
Por otro lado, con la ayuda de algunos expertos en leer los labios, se ha podido descifrar las palabras que se intercambiaron los miembros de la Casa Real tras el polémico desplante y que ha dado la vuelta al mundo.
El rey Felipe cortó la discusión entre su madre y su mujer, con semblante serio y preocupado:
«Por favor, déjalo«, arenga a la Reina Letizia, quien se empeña en obstaculizar a su suegra.
Instantes después, Felipe toma por el brazo a su mujer y es entonces cuando se dirige a su madre con el mismo mensaje. «Déjalo ya», le dice. Doña Sofía desvía la mirada, suelta a las dos niñas, la infanta Sofía y la princesa Leonor, y se dispone a salir de la Catedral.
Pero muchas cosas suceden puertas adentro, que no salen en los medios. Ya nos gustaría saber en qué terminó la polémica discusión entre suegra y nuera ya en la tranquilidad del hogar frente a un Rey Felipe escandalizado por no haber lavado los trapos sucios en casa.
Ha salido a la luz una supuesta, pero divertida conversación, que lejos de ser una sátira que viene muy a cuenta, revela algo que pudo haber pasado en la realidad.
Seguramente en el camino de regreso, la madre quiso arreglar cuentas con su hijo, usando los medios tecnológicos: una conversación de whatsapp. Pero claro, usando un cifrado de extremo a extremo, y eliminando los mensajes del chat, no vaya a ser que la Reina Letizia intervenga una vez más e impida que ahora pueda conversar abiertamente con su hijo.
¿Realmente la madre habrá tenido una conversación así son su hijo? Pues muy lejos de la realidad no está, ya se ve quién manda de verdad y por dónde van los tiros.