Quienes trabajan en un establecimiento de comida rápida están conscientes de que el tiempo es realmente importante, pues los clientes desean obtener sus pedidos con la menor espera posible. Pero un trabajador de la cadena de comida Chick-fil-A ha demostrado que su rápida acción no sólo sirve para despachar pedidos, sino para salvar vidas.
Tauya Nenguke, de 22 años, es el administrador del restaurante en Chula Vista, California. Y el pasado mes de septiembre se convirtió en un gran ejemplo para su equipo y para toda la comunidad que se enteró de su historia.
Nenguke se encontraba en su lugar de trabajo cumpliendo con sus labores cuando notó algo extraño en el estacionamiento del local. De inmediato, el joven dio su iPad a un compañero y corrió para asegurarse de que todo estuviera bien.
Al llegar, vio a un hombre tirado en el suelo con sus ojos palidecidos y de inmediato se puso en acción. El sujeto de 20 años estaba sufriendo un paro cardíaco, así que Nenguke comenzó a practicarle una reanimación cardiopulmonar (RCP).
Mientras todo esto sucedía, el joven alertó a los compañeros del chico para que llamaran a emergencias pues evidentemente estaba en problemas.
A la espera de que los paramédicos llegaran, Nenguke se aseguró de enseñarle a los amigos del accidentado las técnicas para aplicar correctamente el RCP y se fueron turnando hasta que llegó la ambulancia.
Todo el evento fue comunicado en Facebook por directora de marketing y relaciones comunitarias de Eastlake Terraces Chick-fil-A, Cheryl Shields.
Afortunadamente, el joven salió ileso y al llegar los paramédicos informaron que la intervención del empleado había contribuido a salvar la vida del hombre.
Pero detrás de este héroe hay un gran sueño detrás: Nenguke quiere ir a la escuela de enfermería y ha tomado clases de pre-enfermería.
Por eso supo con exactitud qué hacer en el momento indicado.
Aunque para el joven el asunto ha ido más allá de sus conocimientos y atribuye la experiencia a una intervención divina.
«Supe que ese era el lugar donde Dios me colocó, fue Él quien lo hizo en ese momento. Honestamente, este fue un gran llamado a la vocación de ser profesional de la salud, porque fue como si mi instinto se hiciera cargo de todo», dijo Nenguke.
Ciertamente, el chico estuvo allí en el momento indicado pero además confiamos en que su llamado profesional que siente por ser enfermero es realmente el correcto.
Esperamos que pueda lograr esa meta académica porque seguramente será un enfermero capaz de dar el trato más humano a sus pacientes.
Nadie sabe de quién puede surgir un verdadero milagro. Comparte la historia de Nenguke y demuéstrales a tus amigos que ángeles como él sí existen. Ante las dificultades, jamás estamos desamparados.