Courtney Ehrnsberger es una amorosa madre que tuvo que pasar por uno de los momentos más difíciles de su vida cuando fue diagnosticada con un agresivo tipo de cáncer.
A comienzos del 2018 el bebé de Courtney cumplió un año. Se trató de un momento muy emotivo para toda la familia. Tras mucho pensarlo, ella y su esposo decidieron que querían seguir teniendo hijos. En cuestión de tres meses ya lo habían logrado.
Courtney vive en el estado de Ohio en los Estados Unidos.
Esperaban gemelos con mucha ilusión. El embarazo transcurrió con normalidad. Le dieron la bienvenida a dos bebés que nacieron completamente saludables. Recuperarse de la cesárea no fue muy sencillo. Courtney tuvo que ingresar nuevamente al quirófano porque había empezado a sangrar demasiado y debían ayudarla a drenar toda la sangre que estaba perdiendo.
Los gemelos fueron bautizados como Carter John y Caden James.
Courtney había notado que tenía algunos problemas para amamantar a sus hijos. Notó un pequeño bulto y pensó que se trataría de un conducto de leche pero como el problema persistía se dispuso a ir nuevamente al médico para ver de qué se trataba.
Courtney comenzó a presentar síntomas con apenas 25 años de edad.
Courtney fue diagnosticada con un carcinoma ductal invasivo. No sólo se trataba de un tumor canceroso, sino que también estaba sumamente avanzado y era muy agresivo. El cáncer había comenzado a expandirse hacia el tejido mamario y los ganglios linfáticos.
El tamaño del tumor era de entre 5 y 8 centímetros. El más grande que habían visto en el hospital en que la trataron.
Nadie podía imaginar que alto tan terrible podría sucederle a la madre de dos recién nacidos. Sin embargo, Courtney sabía que tenía que usar todas sus fuerzas para recuperarse y poder pasar todo el tiempo posible con sus bebés.
Cuando se dispuso a recibir quimioterapia, tuvo mucho miedo de ver cómo perdía su cabello lentamente así que se dispuso a raparlo antes de la segunda sesión.
Después de cada quimioterapia Courtney debe pasar 72 horas sin acercarse a sus hijos.
A pesar de que es un cáncer tan agresivo, Courtney ya se encuentra a punto de vencerlo por completo. Todavía necesita un par de cirugías y sesiones de radioterapia antes de ser declarada completamente libre de cáncer. No ha sido un camino nada sencillo pero está segura de que todo marchará bien.
“Ahora creo mucho en el poder de la oración. Gracias al apoyo de todos he logrado llevar la quimioterapia con mucha fuerza”.
No hay duda de que Courtney es una verdadera luchadora y pronto podrá celebrar junto a sus pequeños que ya está completamente curada.
Comparte esta conmovedora historia de lucha que demuestra el valor de enfrentar los momentos más difíciles rodeada del apoyo de tus seres queridos.